¿ERA RACISTA SABINO ARANA?

¿ERA RACISTA SABINO ARANA?

Aitzol Altuna Enzunza


“Si pretendéis que el pueblo vasco, perdida ya su personalidad política, pierda también su personalidad étnica, fundiéndose con el pueblo de allende el Ebro para engendrar un nuevo pueblo, ¿por qué no discurrís lo mismo respecto de España, y no preconizáis sea invadida y avasallada por el anglo-sajón, por ejemplo?” Revista Euzkadi nº3, año 1901, Sabino Arana y Goiri.


Sabino Policarpo Arana nació el 26 de enero de 1865 en el municipio de Abando (hoy un barrio de Bilbao), era el 8º hijo de un acérrimo carlista, burgués medio que poseía su pequeño astillero en declive, alcalde del municipio de Abando al igual que su hermano. 

En 1892, ya de vuelta de la Ciudad Condal donde cursó estudios de abogacía, Sabino Arana publicó su primera obra y la primera obra nacionalista: "Bizkaia por su independencia", tenía 27 años.

Bizkaitarra

Astilleros Euskalduna

Astilleros "Bilbao" de los Arana hacia 1840 junto a la ría y el edificio Aznar, en lo que hoy es la trasera del paseo de Uribitarte, justo debajo de la casa familiar (bar Maritxu)
El armador del astillero "Bilbao" y alcalde de Abando, Santiago Arana Ansotegi, mandó construir la que será la casa natal de sus hijos en 1857, era un edificio de cuatro plantas y jardín en Albia
(Estampas bilbaínas http://especial.elcorreo.com/2017/estampas-bilbainas/12/)


El 3 de junio de 1893 fue invitado por el partido euskalerriano de Ramón De la Sota en el caserío Larrazabal de Begoña, cerca del Batzoki actual, para hablar sobre el libro mencionado y sus ideas políticas. Ramón de la Sota era un naviero bizkaíno de la oligarquía, hijo de jauntxos (señores) rurales, era el único oligarca abiertamente vasquista.

Exterior. Vista de frente de la fachada del caserío Larrazabal, situado en la calle Trauko de Uribarri, Begoña. Caserío con tejado a dos aguas de planta baja, primer piso y camarote y dos puertas de acceso, que corresponde a cada una de las viviendas delanteras. Delante de la casa hay tres personas, dos mujeres vestidas con ropa de casa y un hombre trajeado y con boina. De izqda a drcha Dominga Zuazo Aurrecoechea, mujer de Juan Urrutia; su nuera Eustaquia Eguskizaga y un desconocido. En este caserío estuvo el famoso Txakoli de Larrazabal donde Sabino Arana leyó por primera vez su discurso "Bizcaya por su independencia"
En ese discurso de Larrazabal, Arana aseguraba que Bizkaia estaba anémica por el contagio del virus españolista y debía de redimirse para convertirse en nación bizkaína, decía que la culpa era en parte por la falta de conciencia de muchos de sus naturales y la división política. Proponía el lema "Jaungoikoa eta Lege Zaharrak" (Dios y las Leyes Viejas), JEL, de clara entonación carlista, por la que sus seguidores son conocidos como Jelkides (miembros de JEL).



El discurso aranista se vio marcado por los profundos sentimientos de un pueblo derrotado en sucesivas Guerra Carlistas, que fueron en esta tierras Guerra Forales mezclado con sentimientos religiosos, y que se negaba a aceptar un Estado uni-nacional de base castellana de los liberales (Estado nacional totalitario).

"La Piña", sobrenombre por el que eran conocidos el partido "Unión Liberal" y "La liga de Acción Monárquica", dirigidos por acaudalados conservadores monárquicos-liberales españoles, como los portugalujos Víctor Chávarri y después Jose María Areilza (que llegó a ser alcalde de Bilbao durante el fascismo 1937-38 y uno de los fundadores de UCD mucho después), vencedores en las últimas Guerras Civiles contra los carlistas de la que salieron fuertemente enriquecidos. Esta coalición ultraderechista, fue el gran enemigo del nacionalismo vasco en sus primeros años (el socialismo español todavía no se había implantado en Bizkaia).
Constitución liberal española en vigor entre 1876-1923, 
derogada tras un nuevo Golpe de Estado

Para crear esa unidad nacional española, poderosos monopolios económicos de los vencedores liberales, se apoyaron en una campaña de desnacionalización vasconabarra, llevada a cabo por sucesivos gobiernos españoles que habían eliminado las Juntas o gobiernos autónomos de los territorios de la Nabarra Occidental (1876) y del reino de Nabarra (1841), que además arrinconaron al pequeño y mediano burgués como Arana que no aceptaban estos propósitos.



Como señala Ortega y Gasset (Madrid 1883-1955) en su libro la “España invertebrada”: “Para la mayor parte de la gente, el “nacionalismo” catalán y vasco es un movimiento artificioso que, extraído de la nada, sin causas ni motivos profundos, empieza de pronto unos cuantos años hace. Según esta manera de pensar, Cataluña y Vasconia no eran antes de ese movimiento unidades sociales distintas de Castilla o Andalucía”. 

(…) “Lleva esta errónea idea a presumir, por ejemplo, que cuando Castilla reduce a unidad española Aragón, Cataluña y Vasconia (Navarra), pierden estos pueblos su carácter de pueblos distintos entre sí y del todo que forman. Nada de esto: sometimiento, unificación, incorporación, no significan muerte de los grupos; la fuerza de independencia que hay en ellos perdura, bien que sometida (…)”.

Añade Ortega y Gasset: “A fuerza de pensar abstractamente en la nación, se creyó que ésta era un Madrid centrifugado, enorme que llegaba hasta mares y se apoyaba en el Pirineo. La política nacional que había en las cabezas era una política madrileña. La idea nacional quedaba, por prestidigitación inconsciente, suplantada por una idea particularista. Era madrilenismo” (“Mundo y Expansión Colec., Grandes pensadores”).


Algunos creen ver en el nacionalismo vasco un simple elemento de búsqueda de poder de la burguesía vasca, sin embargo, no hay nada de ello en el discurso Sabino Arana y menos en su vida pública, ya que su actividad política le supuso visitar la cárcel en varias ocasiones, además de importantes pérdidas económicas y de salud: "Si no puede ser otra cosa mientras tengan los montes de Bizkaia hierro en su seno, plegue Dios se hundan en el abismo y desaparezcan sin dejar huella todas sus minas, fuese pobre Bizkaia y no hubiera más que campos y ganados y seríamos entonces libres y felices".


La celda de Sabino Arana en la cárcel de Larrinaga, del libro "Nikole" de Edorta Jimenez, donde se narra la vida y persecución que sufrió la mujer de Sabino Arana, encarcelada en la misma cárcel de Larrinaga de Bilbao cuando contaban con 62 años por los fascistas españoles en 1937, tras la derrota del Gobierno de Euzkadi, la toma armada de Bilbao y la represalia contra la población civil. Al igual que en el caso de su marido, su delito fue ideológico: fue detenida por nacionalista vasca.


La inmigración masiva

España usó a los territorios de la Nabarra marítima y Catalunya para librarse de una masa de gente que molestaban a los grandes latifundistas, víctimas de las desastrosas desamortizaciones, que no repartieron la propiedad de la tierra, sino que la cambiaron de manos; así, mataban dos pájaros de un tiro: al inmigrar la gente sin trabajo del campo español a las nuevas industrias de las provincias declaradas “traidoras”, traía a éstas gente “no carlista o foralista” y de sentimiento español, y conseguían de paso alimentar a toda la población sin provocar revueltas contra los terratenientes manteniendo éstos sus propiedades.


Los Fueros vasconabarros impedían la propiedad en manos particulares de las minas (solo permitían la explotación del comunal por un tiempo limitado) o el asentamiento masivo de población ajena al País. 

La explotación de las minas y los Altos Hornos se convirtió en un gran negocio a nivel europeo, se llamó la Primera Revolución Industrial, que tuvo lugar tan solo en Bizkaia y fue la única que se dio en toda España con la textil de Catalunya. 


Entre 1877 a 1887, nada más quitarnos los Fueros, en Bizkaia la población creció un 24% y en Gipuzkoa un 10%. De los 13.000 mineros que había en Bizkaia en 1910, solo 3.000 eran vascos. 

El dictador español Francisco Franco, hará después lo mismo trayendo trabajadores sin cualificar a las minas y los Altos Hornos en condiciones infrahumanas, copiando a su contemporáneo Stalin que llevó rusos a Crimea o Ucrania (de modo similar y con el mismo fin). 

Así, en los últimos años del franquismo, el porcentaje de habitantes de Bizkaia que no habían nacido en el territorio, se elevó al 54%, siendo las dos “provincias traidoras” en las últimas tres guerras españolas, las más ricas de España y, en el caso de Bizkaia, la más densamente poblada de toda Europa. 


Solo hay que ver el documental que preparó Jordi Grau en 1961 para un pase personal al dictador sobre las pésimas condiciones de las personas que llegaban en grandes masas a trabajar a Bizkaia y en concreto a Bilbao:  https://www.zabalganabatuz.org/auzo-otxarkoaga-el-nacimiento-de-un-nuevo-bilbao-documental/

EL DISCURSO DE SABINO ARANA ANTE LA INMIGRACIÓN MASIVA


Arana acusaba de todos los males a los capitalistas bizkaínos por haber corrompido el País, al haber introducido en él mano de obra foránea de forma masiva, la impiedad del socialismo y el anarquismo español (éstas en menor medida, ya que a finales del siglo XIX casi no existía), y pedía al obrero vasco que se separa del español para crear sus propias agrupaciones, sus propios sindicatos. 

El socialismo español le parecía a Arana una doctrina foránea y corrosiva, pero aún era muy muy incipiente, por lo que apenas escribió sobre ello, sin embargo, no era contrario a un socialismo vasco.

Resumen de lo que Arana pensaba del socialismo español, entonces casi inexistente:
"Del socialismo ¿qué vamos a hablar? Predicado por tres o cuatro maketos, hijos de un país que no ha conocido jamás la libertad, ni igualdad, ni fraternidad, ni equilibrio económico, y siendo en si considerado un sistema radicalmente opuesto a nuestras antiguas y sabias leyes, no ha encontrado eco en Bizkaya, y no es cosa de darle una importancia de que carece".


Sabino Arana hoy encajaría en la democracia cristiana jesuítica, donde lo social tiene mucho peso. Para Sabino, había que cuidar a los inmigrantes y eliminar sus problemas de explotación patronal por solidaridad cristiana.

En el mencionado discurso Sabino Arana en Larrazabal de 1893, no está recogido éste punto, pues aún no se visualizaba las consecuencias que iba a tener esta inmigración, por tanto, no se encuentra en el nacimiento del nacionalismo vasco.

“Es notoria ridiculez imputar a un gobierno o a un partido determinado lo que es obra de toda una nación. España es la que, después de sujetar a los pueblos euskerianos, los ha ido arrebatando cuanto por derecho originario poseían. No uno, sino muchos, han sido los gobiernos españoles que han tomado parte en la inicua usurpación; muchos más los que lo han sancionado y confirmado; y todos los partidos españoles, unos abiertamente, otros aparentando fuerismo, pero españolizando políticamente a nuestra Patria, todos sin excepción, han contribuido a su desgracia y están trabajando su completa ruina”. Reglamento redactado por Sabino Arana Goiri para "Euskeldun-Batzokija" art. 123



Sabino Arana utilizaba en sus escritos la palabra “maketo”, entonces de uso habitual en la zona minera de Bizkaia donde los trabajadores vascos llamaban “makutuak” a los españoles venidos a las minas en condiciones infrahumanas, en el sentido que venían “con la casa a cuestas”, es decir con todo lo que tenían en un macuto, palabra que se usaba ya antes de la Segunda Guerra Carlista. 

En realidad, es una palabra de origen “montañés”, es como llamaban cántabros y enkartados a los castellanos de forma despectiva (como llaman los españoles gabachos a los franceses o moros a los musulmanes). 

La Real Academia Española de la lengua castellana (RAE), define maqueto como "inmigrante que procede de otra región española y no conoce ni habla vasco" (aunque, en realidad, hoy en día vale igual para un francés) y, se inventa sin demostrarlo, que viene del euskera: "Del vasco makito o maketo: tonto, majadero". 


La palabra "maketo o maqueto" no existe en euskera, "makito" sí que aparece en el diccionario histórico "Orotarikoa" de Euskaltzaindia, la Real Academia de la Lengua Vasca recogido del diccionario del primer euskaltzain, María de la Resurrección Azkue, aunque su uso no corresponde a su procedencia en la zona minera de Bizkaia que, además, no era vascoparlante a finales del siglo XIX, parece más probable que "makito" sea una deformación entre euskaldunes o vascoparlantes de la voz romance "maketo". Es más, esta palabra "Maqueto" sí está documentada en Cantabria y Asturias.


Diccionario 3000 Hiztegia: «maqueto/ta, término de origen oscuro usado también por tierras de Santander para designar a sus vecinos castellanos (insulto)». La palabra «maco» se usa en Cantabria con la acepción primaria de «hato de ropa» y secundaria de «baúl basto y pequeño o arqueta». (…) El término es utilizado popularmente en Cantabria y Asturias en el habla popular: «ser más tuntu que maqueto» (ser tonto de capirote) o «ser más zorro que maqueto» (ser astuto en sumo grado). 


Algunos autores tan prestigiosos como el lingüista gipuzkoano Koldo Mitxelena (Los vascos y su nombre, p. 543, antología «Sobre la historia de la lengua vasca»), señalaban que el término es oscuro y por ello se considera que fue un préstamo lingüístico tomado de estas comunidades limítrofes que empezarían a utilizar inicialmente los vizcaínos no vascos (no euskaldunes), pues su uso en la época era mayoritario en zonas de habla no vasca tales como Balmaseda y fue posteriormente adoptado por los nacionalistas vascos". 

Por tanto, "maqueto" pasó al euskera como "maketo-makito" desde el bable o "el montañes", romance dialectal cantabro-asturiano.


Sabino Arana mantenía que la etnia vasca era original y sin mezclas, que para que “Euzkadi” se mantuviese católica, debía de separarse de la irreligiosa España, a la que llama Maketania y a sus habitantes maketos.

Cuando los fascistas del ejército dirigido por El General golpista Francisco Franco para instaurar una nueva dictadura tomaron militarmente Bilbao en junio de 1937, las imprentas de la Revista Euzkadi fueron confiscadas y dadas al periódico falangista "Hierro", que siguió saliendo incluso después de la muerte del dictador hasta 1983. Es más, al principio, este periódico compartió maquinaria con otro periódico del "movimiento" profascista, El Correo Español de La FET y las JONS, que se unió en 1938 a El Pueblo Vasco que existía desde 1910, de marcada ideología ultraderechista española y monárquico.

Pero, tras esta fase furibunda contra la brutal inmigración y sus artículos hispanófobos o antiespañoles, en noviembre de 1897, con 32 años, Arana explica la razón de su anterior radicalismo, expresado en los artículos de “Bizkaitarra” (1893-95) y mucho más levemente en el posterior “Baserritarra” (1897), donde reconoce que su estilo buscaba notoriedad y despertar a la decaída y derrotada sociedad bizkaina, no siendo necesario ya utilizar ese estilo duro de su primera época (Wikipedia):

Bizkaitarra fue tal como fue porque así hacía falta entonces; (...) Hoy, y sobre todo en Bizcaya, ya no haría falta hablar contra España  (aunque siempre es conveniente ridiculizarla con disimulo),  y yo mismo, que a los ojos de los que no me conocen debo ser una fiera, que no puedo estar más que riñendo con todos, yo escribiría hoy un periódico en el que nada, lo más mínimo se dijese contra España. ¿Es acaso condición precisa, para ser un periódico nacionalista el hablar contra España? (1897, Obras completaspágs. 2396-22 y 23. Ed. Sendoa. San Sebastián, 1980).

Sobre el “racismo” en tiempos de Sabino Arana

En la época en la que escribe Arana, el racismo era una teoría de supuesta base “científica” que nació en el siglo XVI y que estaba en boga. Los países, todos en esta época, basaban su razón de ser en “la raza”, concepto el cual hoy denominaríamos en realidad “etnia” e incluso "nación", al aplicarse el término raza hoy para diferenciar a blancos, negros y asiáticos.

Los suecos, como Andres Retzius hacia 1850, clasificaba a los hombres en “cabezas largas y cortas”, los primeros eran los suecos y los de “cabezas cortas” los finlandeses, lapones y eslavos, según esta teoría eran menos inteligentes e inmorales. También estaba de moda la creencia de la decadencia de las razas latinas frente a la anglosajona, dominadora del mundo en esa época.

Sobre el asesinato de Cánovas en Arrasate-Mondragón por una anarquista italiano, hablamos en:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/07/el-asesinato-del-picaro-mal-nacido-de.html

Estas teorías estaban en boga en la época de Sabino Arana en Alemania, España o Francia por ejemplo. Así, los contemporáneos de Arana hablan de la “raza” española, francesa o alemana. Para, el varias veces presidente entre 1874-1897 del gobierno español Cánovas del Castillo (referencia política actual de la derecha española), la nación española era “un conjunto de hombres reunidos por una comunidad de raza, o parentesco, y de lengua, que habita un territorio extenso, y que por tales o cuales circunstancias están sometidos a un régimen o gobierno”.


Desde 1850 los arqueólogos de toda Europa, franceses, ingleses, italianos, nórdicos etc. estudiaban el caso vasco, midiendo cerebros e incluso profanando cementerios como en Zarautz. Eran los investigadores Broca, Virchow, Prum-Bey etc., veían relación del vasco con fineses, lapones, bereberes, mongoles, fenicios, irlandeses y un largo etc.

El gipuzkoano y primo de Unamuno, Telesforo de Aranzadi, publicó sus artículos considerados hoy como los más científicos de aquella época, donde se relaciona al vasco con el Cro-Magnon y se señalaba que el vasco no tenía ningún rasgo de "exotismo" que los diferencie de los demás pueblos de Europa, lo que no obstaba para que poseyeran su propio tipo; considera a los vascos como un reducto étnico de una población Europea mucho más extendida en la prehistoria a los que llamó "primo-hermanos de los vascos".

Mapa racial de Cassell publicado en el año 1900 donde aparecen los "basques" como una raza diferente
Mapa racial de Europa publicado en 1936, muy frecuentes todavía en esos años


Sin embargo, Arana no tomó en consideración estos estudios arqueológicos, usaba la palabra raza, como sinónimo de “pueblo”, “etnia” o “nación”, tal y como se hacía en su época. Así lo explica el propio Sabino:

“Hablamos de raza en sentido de conjunto de familias que proceden directamente de un mismo origen más o menos remoto. En este sentido concreto, raza es lo mismo que nación, gente o pueblo; designa a una gran familia, y expresa un objeto natural, que existe independientemente de la voluntad de los hombres” Reglamento redactado por Sabino Arana Goiri para "Euskeldun-Batzokija" art. 71



La limpieza de sangre y los apellidos

Wikipedia: “La doctrina de la limpieza de sangre, fue un sistema de discriminación fundamentado sobre argumentos tomados de la teología católica y el pensamiento de Aristóteles, que apareció en el siglo XIV en la España de la Edad Moderna. El sistema estableció una diferenciación entre personas de sangre "pura" y personas que eran "castas" o "cruzas" (mestizos, mulatos, castizos, etc.), a los que se les atribuía tener la sangre "impura" o "manchada". Sobre esta base se creó una sociedad estratificada (…) 

En las colonias españolas en América, el mestizaje fue un proceso paradójico, prohibido y al mismo tiempo masivo (…). En la sociedad española había imperado durante siglos la ideología basada en la limpieza de sangre que servía para imponer su «raza» frente a moriscos, judíos o indígenas americanos y fue fundamento de la colonización y requisito indispensable tanto en la carrera militar como en el funcionariado público”.

Clasificación en castas o razas en las colonias americanas de Las Españas en los siglos XVI-XIX

La condición de “cristiano viejo” en España, o “limpieza de sangre”, se implantó por la corona española en el siglo XIV, a través de la Inquisición, y duró hasta el siglo XX, como para todos los aspirantes a ocupar cargos administrativos y en el ejército. Por tanto, cuando nació Sabino Arana, el español aún se enorgullecía de ser “cristiano o castellano viejo”, es decir, sin sangre judía o musulmana, de sangre puramente goda en sus venas, cosa absurda e imposible, pues de 6 millones de habitantes que podría tener la península ibérica en el siglo V, sólo unos 100.000 eran godos, tribu invasora, aria y de origen germánico de Suecia. 




Este orgullo, o como dijo Carl Marx “vanidad infantil del carácter español”, se ha mantenido hasta nuestros días junto, el cual, a San Ignacio de Loyola, le provocaba comentarios como el de “humor español” y “humor de la Corte y rey de España”. Sobre el racismo en España y su evolución hasta finales del siglo XX se puede leer el artículo: http://nafarzaleak.blogspot.com/2018/04/la-raza-espanola-y-su-historia_78.html

Bandera de la raza española, ampliamente utilizada en el siglo XX
“Los unitarios que sueñan con la unidad impuesta de la fuerza hablan de raza española” Miguel de Unamuno y Jugo (1864 Bilbao-1936 Salamanca).

Se miraba para esa “limpieza de sangre” los apellidos, que debían de ser oriundos de la provincia, de donde lo tomará luego Sabino Arana, pero basándose en los Fueros, donde también aparecía esta cuestión. En el Fuero bizkaino, cada representante del municipio o valle era elegido por sufragio para acudir a las Juntas Generales, cada "fuego" (casa) un voto. Tenían derecho al mismo "los vecinos con nobleza y limpieza de sangre demostradas", “limpia de sangre y no de judíos, moros, ni de su linaje”.

El catolicismo y la moralidad para Sabino Arana, eran características genéticas de los vascos, “euskaldun fededun”, y se manifiestan en los apellidos, en los que se apoya para diferenciar a los naturales de los inmigrantes. 

En 1893 había en el censo de Bilbao más de 3.500 apellidos españoles por 1.724 vascos (aunque en esta clasificación se toman por castellanos apellidos en euskera como García, Ortiz, Muñoz, Velasco o Jiménez en sus diferentes grafías), luego era más simbólico que otra cosa.

Entre los primeros socios del "Euskeldun Batzokiya", hay muchos apellidos no vascos, y lo toma Arana del artículo sobre la limpieza de sangre de los Fueros de Bizkaia, pero, como hemos visto, no era exclusivo de los Fueros vascos, pues estaba presente en profusión en las leyes españolas e impuesto desde los primeros tiempos de la Inquisición hasta el pleno siglo XX.



La hidalguía

Detrás de los apellidos y de la “limpieza de sangre” estaba el tema de la hidalguía. El rey de Nabarra fue otorgando títulos de nobleza a individuos concretos o lugares estratégicos poco a poco como los valles del Baztan (1440), Aezkoa, Ronkal y Salazar en el siglo XIV. Pero todos los nabarros recibieron el privilegio de nobleza universal en los siglos XIV y XV, cuando sólo 12 familias eran así consideradas antes: el Sr. de Mauleón de Zuberoa, Sr. de Leet de Lapurdi, la casa de Baztan, Sr. de Lusa o Luxe (Baja Nabarra), Sr. de Agramonte (Baja Nabarra), Sr. Monte-Agudo, los Gebara (antiguos señores de Bizkaia, Gipuzkoa y Alaba, condes de Oñate), Rada, Aibar, Gastón de Urroz, Sr. de Subiza y los Vidaurre (antiguos tenentes de San Sebastián-Donostia). Lo que hizo que desapareciera sobre el papel y delante de la ley, las diferencias entre los hidalgos y labradores.

Algo parecido ocurría en el resto de los territorios de la Nabarra marítima invadida por Castilla-España a finales del siglo XII, donde la nobleza universal de los vasconabarros se basaba en que los labradores eran libres o propietarios de la tierra y "no collazos", considerándoseles "infanzones", además la defensa del territorio corría a cargo de los naturales, éste también es un elemento importante para conseguir la nobleza universal. 

Así lo recoge por ejemplo la Ley XVI del Fuero General de Bizkaia o Fuero Nuevo del de 1526 en el título I: "todos los naturales de Vizcaya, Tierra Llana, villas, ciudades, Enkartaciones é Duranguesado eran notorios hidalgo é gozaban de todos los privilegios de homes hijosdalgo".


Hidalgo o “hijosdalgo” significa, literalmente, “hijo de alguien ilustre”. Era una condición honorífica y hereditaria ligada a una posición intermedia en la escala social, situada entre el pueblo llano y la aristocracia; también se los denominaba “infanzones”, como los famosos "Infanzones de Obanos o de Nabarra". Así, se daba la imagen curiosa de ver a reyes de Castilla y luego de  Las Españas, jurar los Fueros antes estos “nobles” vascos, que eran pastores, carpinteros o ferrones. Hecho que ha marcado, sin duda, la forma de ser de los vascos.


Todo ello, nos lleva a afirmar que, todos los vasconabarros eran "nobles" (en realidad y en su totalidad, las poblaciones de Bizkaia, Gipuzkoa y los valles pirenaicos), pero eso no quita para que no hubiera diferencias sociales, ni mucho menos, ahí están las Guerras de Bandos, donde se observa que, el control del territorio quedaba en manos de unos pocos "handikis" o familias influyentes (gamboinos-oñacinos, beaumounteses-agramonteses) que se alzaban “al apellido” con todos sus parientes, lo cual enlaza con la importancia que luego le dio Sabino. 

La nobleza universal del vasconabarro, era un concepto que se siguió manteniendo en documentos oficiales hasta el siglo XVIII y XIX: “Por ser importantes que los que han de elegir sepan las cualidades que ha de haber en los que han de ser Electos para gobernar República de tanto lustre, y Nobleza como esta Villa. Ordenaron, que tales tengan veinte y cinco años cumplidos, y mil ducados de hacienda, y de allí arriba; y que sean Hijos-Dalgo; limpios de toda mala raza, de Moros, Judíos nuevamente convertidos, y Penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición” (Ordenanzas de Bilbao de 1797, base del Código de Comercio español).

Por tanto, estos tres puntos forales (“limpieza de sangre”, hidalguía y el apellido), son los tomados de los Fueros por Sabino Arana para diferenciar al bizkaino del español y nada tienen que ver con conceptos modernos de racismo.

Racismo, Xenofobia o Etnicismo

Wikipedia: “El racismo suele estar estrechamente relacionado y suele ser confundido con la xenofobia, es decir el "odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros" (DRAE). Sin embargo existen algunas diferencias entre ambos conceptos, ya que el racismo es una ideología de superioridad, mientras que la xenofobia es un sentimiento de rechazo; por otra parte la xenofobia está dirigida sólo contra los extranjeros, a diferencia del racismo”.

Para Arana ser vasco venía de familia, era algo aprendido y mamado desde la cuna, era en la familia donde se adquiría la cultura y forma de ser vasca, de ahí la exigencia de la oriundez, por tanto, no cabría hablar de racismo sino, en todo caso, de xenofobia hacia lo que fuera oriundo de Bizkaia o de Euskal Herria después.

Pero esta xenofobia, era solo hacia lo español y se registra, como hemos visto, en sus escritos hasta 1897. Arana no habla, en general, contra ninguna otra nación (y menos razas), por tanto, era solo antiespañol o hispanófobo, y habría que clasificarlo de etnicista, de la manera que aparece reflejado en los Fueros (Limpieza de sangre-hidalguía-apellidos) y en las leyes españolas, pero que también practicaban el resto de naciones europeas (extensible hasta el presente, disfrazado de "nacionales" frente al los "no nacionales").

En el padre del comunismo Karl Marx (Prusia 1818- Reino Unido 1893), que ha pasado a la historia como una de las personas más progresistas de su época, era casi coetáneo a Sabino Arana. En sus escritos, se ven ideas muy similares a las de Sabino Arana e incluso mucho más racistas. Así, en una carta a Friedrich Engels sobre el socialista Ferdinand Lassalle en 1862 decía:
"Queda ahora completamente claro para mí que él, conforme se comprueba a partir de su formación craneal y su pelo, desciende de negros que en su momento se unieron al éxodo de Moisés desde Egipto, asumiendo que su madre o bien su abuela, desde el lado paterno, no se ha mezclado con un negro. Ahora bien, esta unión de judaísmo y germanismo con sustancia fundamental negra, debe producir un producto peculiar".
Marx era de origen judío, pero se manifestaba antisemita, incluso, era también xenófobo o profundamente racista,
en el "Manifiesto comunista", habla de los eslavos y otros pueblos como "desechos étnicos" y elogia a los imperialistas húngaros como "racialmente superiores".
Karl Marx era además esclavista. En carta a Pavel Annenkov el 28 de diciembre de 1846, Marx explicaba que: “La esclavitud directa es un pivote de nuestro industrialismo actual, lo mismo que las máquinas, el crédito, etcétera. Sin la esclavitud, no habría algodón y sin algodón no habría industria moderna. Es la esclavitud lo que ha dado valor a las colonias, son las colonias lo que ha creado el comercio mundial y el comercio mundial es la condición necesaria de la gran industria mecanizada. La esclavitud es por tanto una categoría económica de la más alta importancia. Sin la esclavitud, Norteamérica, el país más desarrollado, se transformaría en un país patriarcal. Si se borrara a Norteamérica del mapa del mundo, tendremos la anarquía, la decadencia absoluta del comercio y de la civilización moderna. Pero hacer desaparecer la esclavitud equivaldría a borrar a Norteamérica del mapa del mundo. Le esclavitud es una categoría económica y por eso se observa en cada nación desde que el mundo es mundo”.
La opinión de Marx de sobre cómo se creaba la nación alemana, era muy similar a la de Arana: "Es un error casi inconcebible creer que, por ejemplo, un negro o un chino se convierten en germanos porque aprendan el idioma alemán y estén dispuestos en lo futuro a hablar la nueva lengua o dar su voto por un partido político alemán".
El mulato cubano Paul Lafargue era yerno de Marx, Engels sostenía que tenía "un octavo o un doceavo de sangre de negrazo". En una carta dirigida a la esposa de Lafargue en 1887, Engels escribió: "Al estar, en su calidad de negro, un paso más cerca del reino animal que el resto de nosotros, sin duda es el representante más adecuado para ese distrito", distrito por el que se presentaba a concejal de Paris.


Frente al etnicismo, según Sabino, ofensivo y colonialista de algunas naciones europeas, él hablaba de un etnicismo defensivo (después se hablará de nacionalismo ofensivo y defensivo), que preservara la cultura vasca y al bizkaino de los otros habitantes de la península que estaban llegando en gran número a tierras vascas y que “los corrompían”, pues tenían otro idioma, otra cultura y no eran católicos como los vascos (sobre todo en el caso de los socialistas de la zona minera).

El “racismo”, no se empezó a usar como un término para discriminaciones entre razas (blancos, negros y asiáticos-hindúes) hasta después de las dos Guerras Mundiales.


Arana era antiracista y anticolonialista

Son extensos los textos de Sabino Arana contra el racismo (blanco-negro), contra el colonialismo y sus conquistas cruentas (en especial de la española en Euskadi) o contra la explotación capitalista; en este último caso no como elemento de lucha de clases, sino de solidaridad cristiana con el más débil como hemos visto.

Por ejemplo, esta frase anti-racista: «Sabida es de sobra la inhumana crueldad con que los blancos han tratado siempre y dondequiera a las razas de color» (Pasatiempos mentales, 1898, Sabino Arana).


Sabino Arana no se oponía a la inmigración natural que ocurre en cualquier Pueblo libre y económicamente próspero, sino al intento de limpieza étnica y colonialismo del gobierno español, así lo explica en “Baserritarra” número 10 de 1897: “La material inmigración del pueblo español en Euskeria (todavía no usaba el término Euzkadi) ningún daño moral o muy poco considerable acarrearía, en efecto, si el español no fuera recibido acá como conciudadano y hermano sino como extranjero. Fuese independiente Euskeria, y, aparte de que el número de españoles que aquí inmigrase sería muy contado, los que vinieran vendrían como extranjero y, (…) entonces esa separación sería tan marcada como la que ordinariamente existe entre los naturales y ciudadanos de un país y los extranjeros, cuando ya independiente Euskeria, legislase en los primeros tiempos de su libertad”.

Es importante señalar que Sabino Arana no se negaba a que hubiera inmigrantes, “Euzkadi, euskaldunon aberria” sería "una nación independiente donde la presencia de españoles y otros extranjeros fuese la habitual en un país independiente".


El anticolonialismo era una doctrina con la que Arana fue consecuente y denunció frecuentemente, siendo por ello encarcelado. El año 1898 fue clave para España, pues perdió ante Estados Unidos en el Tratado de París sus últimas colonias: Filipinas, Puerto Rico, Guam y sobre todo Cuba, tras las derrotas navales en Santiago de Cuba y Cavite (Filipinas).


El presidente de gobierno, hoy ejemplo de liberal e ilustrado, referencia explícita del Partido Popular español, Cánovas del Castillo (murió un año antes de la pérdida de Cuba en Arrasate-Mondragón asesinado por un anarquista italiano, por tanto, era el presidente de España cuando Arana empezó su actividad política), en este texto, recogido por Tuñón de Lara en su obra "La España del siglo XX", dijo: 

"Los negros en Cuba son libres, pueden tener compromisos, trabajar o no trabajar... y yo creo que la esclavitud era para ellos mucho más preferible a esta libertad (...). Esos salvajes no tienen otros dueños que sus instintos, sus apetitos primitivos". España tenía en esta época 300.000 esclavos en Cuba que tenía 1,5 millones de habitantes. 

Cánovas era defensor de la superioridad de unas razas sobre otras, político corrupto y golpista, partidario de la esclavitud, contrario a la democracia y al sufragio universal, aunque todo ello no parece obstáculo suficiente para que la historiografía española lo valore muy positivamente hoy en día, incluso lo considere uno de los «padres» de la patria y del Estado español. España fue el último Estado europeo en abolir la esclavitud en sus colonias en 1886  (por tanto, 21 años después que en USA).


Nació la generación literaria llamada de 98 con gente nacida en el País Vasco como el propio Miguel de Unamuno, el vitoriano fascista e imperialista español Ramiro de Maeztu (de origen cubano) o el gipuzkoano Pío Baroja, donde también estaban Ramón del Valle Inclán, Rubén Darío, Azorín, Antonio Machado, Jacinto Benavente etc. 

Proclamaban estos autores el sentimiento español-castellano, alicaído como estaba, y eran, en cierta forma, los que en realidad los que le dieron forma intelectualmente. 


Hablaban, todos ellos sin ambages, de la "raza española", la cual ensalzaban y lloraban su actual "decadencia". Serían para España lo que Arana para el País Vasco. España nunca se ha recuperado anímicamente de la pérdida de la mayoría de sus colonias y, la idiosincrasia del español, no se entiende sin esta tara mental: "Castilla, miserable, ayer dominadora, hundida en sus harapos, desprecia lo que ignora…" Antonio Machado.

Ramiro de Maeztu: “La raza, para nosotros, está constituida por el habla y la fe, que son espíritu, y no por las cualidades protoplásmicas". Es decir, la raza española era la que hablaba el idioma castellano y además practicaba la religión católica, será la base del posterior fascismo español (1920-1930 y 1936-1975) y la celebración del "Día de la Raza" (1918 que con la modificación a "Día de la Hispanidad" llega hasta el presente).


Sabino fue encarcelado por segunda vez en 1902 por intentar felicitar, en un telegrama que será retenido en la oficina de telégrafos, al presidente de USA, por reconocer la independencia de Cuba, se le acusaba de “delito de rebelión”. Por ello, su casa natal de Abando fue apedreada por los nacionalistas españoles.

Se había cambiado la legislación en 1898 para condenar a los cubanos que lucharan por su independencia, también se aplicó esa misma legislación al independentismo vasco.

“Roosevelt, Presidente Estados Unidos. Washington. Nombre Partido Nacionalista Vasco felicito por independencia Cuba Federación nobilísima que presidís, que supo liberarla esclavitud. Ejemplo magnanimidad y culto justicia y libertad dan vuestros poderosos estados e inimitable para potencias Europa, particularmente latinas. Si Europa imitara, también nación vasca, su pueblo más antiguo, que más siglos gozó libertad rigiéndose Constitución que mereció elogios Estados Unidos, sería libre.-Arana y Goiri”.


La acusación contra el nacionalismo vasco era más bien ideológica o política que penal. Arana se había convertido en un peligro para la unidad de la patria española; la casa de Sabino fue apedreada por nacionalistas españoles y años después de su muerte derruida, como castigo, por los franquistas. Este tipo de telegramas eran muy habituales en Sabino, donde buscaba propaganda internacional y ayuda para lograr la independencia, con ello, también obtuvo la adhesión de parte de la opinión pública.

Como escribió Ortega y Gasset en su “España invertebrada”: “El proceso de desintegración avanza en riguroso orden de la periferia al centro. Primero se desprenden los Países Bajos y el Milanesado; luego, Nápoles. A principios del siglo XIX se separan las grandes provincias ultramarinas, y a fines de él, las colonias menores de América y Extremo Oriente. En 1900, el cuerpo español ha vuelto a su nativa desnudez peninsular. ¿Termina con esto la desintegración? Será casualidad, pero el desprendimiento de las últimas posesiones ultramarinas parece ser la señal de la dispersión intrapeninsular”.

Posado de Sabino Arana en la cárcel de Larrinaga

La respuesta de los españoles contemporáneos a Sabino Arana

Los apologistas españoles contemporáneos a Sabino, no criticaban el “etnicismo” de éste, pues era normal en aquella sociedad, al contrario, proclamaban la superioridad de la “raza” o etnia española frente al resto. En ese "resto" estaba el vasco, por supuesto, al que consideraban primitivo y endogámico (documentado desde el siglo XV al XXI), con un idioma incapaz de adaptarse a los tiempos modernos, un idioma de "piedra" como diría después un seguidor de aquellos en el año 2001, pero el “racismo o xenofobia” contra los vascos (o sobre su cultura e idioma), es algo tan habitual y aceptado por la sociedad española que la deja indiferente incluso en el siglo XXI.

La burla o el odio a lo vasco no es algo nuevo, “Perucho”, por ejemplo, era un personaje usado en varias obras para burlarse de los vascos y sobre todo de su escaso conocimiento -en aquellos tiempos- del idioma español. Apareció por primera vez en 1517 en la obra “Tinelaria” de Torres Naharro, después usó el personaje Gaspar Gómez en la “Celestina” (1536), Martín de Santander en “Rosabella” (1550) o el propio Cervantes en “El vizcaino finjido”.


Los mismos argumentos de Sabino Arana aplicados a España, eran aplicados a Arana por la prensa española de la época, donde se decía que eran “cuatro chiflados” movilizados por un “imbécil bizkaitarra”, entre los cuales estaba Miguel de Unamuno (Bilbao 1864-Salamanca 1936), como en el artículo "La sangre de Aitor" de 1891 en el periódico El Nervión, donde trataba a Arana de forma caricaturesca por su "apellidismo" y romanticismo sobre el euskera, pero no por ninguna de las críticas actuales que se le hacen al de Abando:  https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/euskara_mintzagai/eu_mintzaga/adjuntos/sangre_aitor.pdf


En realidad, el propio Miguel de Unamuno y Jugo, también era profundamente etnicista y racista desde la perspectiva actual, junto a "hispanizar Europa" e "hispanizar el mundo", escribe a favor de la superioridad de la etnia vasca: "Sí, hay que proclamar la inferioridad de los andaluces y análogos, nuestro deber fraternal es gobernarlos" es partidario de "un imperialismo vasco sobre el resto de los pueblos españoles":

"La inteligencia de mi raza es activa, práctica y enérgica, con la alegría de la taciturnidad. No ha dado hoy grandes pensadores, que yo sepa, pero sí grandes obradores, y obrar es uno de los modos más completos del pensar".

"El vascuence se muere sin remedio. Se muere y se debe morir, porque su muerte y la adopción por mi pueblo de un idioma de cultura es el único medio para llevar a la cultura común nuestro espíritu y perpetuarla en ella. Necesitamos hablar castellano, ante todo y sobre todo, para imponer nuestro sentido a los demás pueblos de lengua castellana primero, y a través de ellos, a la vida toda histórica de la Humanidad" (“La crisis actual del patriotismo español”, Nuestro Tiempo 1905). En otro texto de 1907, está a favor de eliminar también el catalán o el gallego: "Si el Estado no impusiera el castellano en toda España, los dialectos se impondrían al castellano" ("Asedio al euskera" Joan Mari Torrealdai)

Miguel de Unamuno en Hendaia, con Hondarribia al fondo. En su discurso en los Juego Florales en 1901, sobre la raza y la mujer escribía: "es la mujer el relicario de la raza, el último y más cerrado depósito de su pegujar, el arca de sus tradiciones, es también la que mejor enlaza a los diversos pueblos, siguiendo la suerte de su hombre, por muy extranjero que al tomarla lo fuese, pues vive ella en la base de nuestro linaje. Es la sabina que se deja robar por el romano. Levanta hogar, la única patria chica estable, sobre las patrias todas, y une la familia natural a la gran familia humana, sobrenatural, guiada por su sentido de la realidad concreta, libre de elucubraciones y de eso que llamamos opiniones, que son cosa de hombres". Otra de las acusaciones a Sabino Arana es su misoginia, lo cual es común a cualquier escritor, político o filósofo del siglo XIX y gran parte del XX.


Las ideas contra el euskera y la "raza" vasca frente a la superioridad del castellano, está también en el escritor donostiarra Pio Baroja, otro de los miembros más conocidos de la Generación de escritores españoles del 98: "como no es cierto que Trueba (escritor foralista y erdaldun, no sabía euskera) sea tan vasco como Iparraguirre (cantautor euskaldun), y es seguro que no habrá nadie que en castellano pueda expresar las cualidades sentimentales e irónicas de las razas como el humilde y desconocido Vilinch (sic., liberal euskaldun donostiarra), el único poeta vascongado, al morir en vascuence, sin honra alguna para la patria (...) Si algunos han querido demostrar que el vascuence es una lengua que puede trasformarse en un idioma literario y científico, ha sido un corto número de chiflados y un gran número de “éuskaros” carlistas con disfraz de filólogos (...)" (articulo "El vascuence" 1901, recogido en el libro "Asedio al euskera" de Joan Mari Torrealdai -2018-).



Para ver el uso que se hacía de la palabra “raza” (etnia) en la sociedad del siglo XIX-XX, veamos algunos ejemplos de ilustres personajes españoles:

E. Castelar, presidente de la República durante 1873-74, en la sesión de las Cortes 16 de julio 1876 se expresaba así sobre los vascos tras perder la Segunda Guerra Carlista: "Aquí asistimos a los funerales de la libertad de una raza, con el recogimiento y el dolor con que se asiste a todas las sublimes tristezas de la muerte".

En 1876 el Presidente federalista de la Primera República Española Pi y Margall en su libro "nacionalidades" (cuando Sabino Arana tenía sólo 11 años) decía: "En España la cuestión de los vascos es mucho más grave que en Francia. No les une a los demás ni las leyes. (...). ¿Por qué criterio pertenecen los vascos a España? No les une a los demás pueblos de la península ni la raza, ni la lengua, ni el carácter, ni las costumbres, ni las leyes. A poco que se combinen los distintos criterios para la teoría de las nacionalidades, tengo para mí que se habrá de estar por la independencia de los vascos ¿Lo consentirá España? " (Sabino Arana tenía entonces 11 años).


Es claramente racista en el sentido actual este comentario de Ortega y Gasset en su libro “España invertebrada” del año 1921 (pág 132, Colección el Arquero): “En las razas más finas, este coeficiente de eminencias es mayor que en las razas bastas, o, dicho al revés, una raza es superior a otra (…)”.

Pero no olvidemos que, como para toda la Generación del 98, para el filósofo madrileño, lo vasco era incultura y el euskera algo a erradicar del mundo. Se expresaba así en 1932: "para mí, el vasco es el único grupo étnico peninsular que conserva aún las disciplinas internas de una raza no gastada (...) A la raza vasca, íntegra y sana, sólo le falta para ser completa el último piso: la cultura (...)" (opiniones sobre la universidad vasca 1932, "Asedio al euskera" Joan Mari Torrealdai).

Salvador de Madariaga Rojo (A Coruña 1886-Locarno 1976)


Las opiniones de los filósofos españoles más influyentes mediados del siglo XX, José Ortega y Gasset y Salvador de Madariaga, son claramente racistas e incluso supremacistas: "la raza vasca no es completa, ya que carece de cultura; el carácter vasco no posee el don de la cultura, que requiere una mente armoniosa capaz de reflejar en su propia complejidad las complejidades de la Naturaleza (...) ser vasco es una renuncia nativa a la expresión verbal”. 

Este tipo de opiniones, son habituales en el pensamiento español y en su prensa, se pueden rastrear hasta el presente y están en parte recogidos en libros como "Asedio al euskera" de Joan Mari Torrealdai -2018-. Como el propio Torrealdai dice: "En realidad, ni Ortega ni Madariaga tenían la menor idea de qué es y no es el euskera, ni se interesaron nunca por saberlo".


José Ortega y Gasset (Madrid 1883-1955)

Debemos recordar que, hasta hace pocos años, en España se celebraba el día de la “raza” española con su bandera de la “raza española”, cambiado hoy por el políticamente más correcto de “Día de la hispanidad”. El libro supuestamente escrito por el General y dictador español Francisco Franco, llevaba el nombre muy significativo de “Raza”. 



En 1939, desde la falange se sigue usando la palabra "raza" donde la española era superior al resto, y dice el cura José Montagut Roca: 

"No se permitirán ni alocuciones, ni mítines, ni conferencias, que no se pronuncien en castellano, y quedará proscrita toda publicación, libro, folleto, periódico, revista, diario que no se redacte en el lenguaje oficial de España, que es el verbo de la raza y de todos los hijos del orbe hispánico. 

Con las indicaciones sumariamente expuestas, y que son funciones propias del Estado totalitario, de la Nación libre y soberana, y que no atentan a la esfera doméstica o la relación particular, sino a la exteriorización de la vida oficial de España –de la que son parte integrante Cataluña y Vasconia, como Galicia y Castilla–, se puede asegurar que dentro de veinte años se habrá realizado el imposible aparente de que una nación, castigada por la coexistencia de varias lenguas, sin perseguirlas ni ultrajarlas, llegue a comunicarse, gozosa y radiante, consciente de que la lengua es el Imperio, según Nebrija, a través del idioma que se habla en veinte naciones por nosotros descubiertas y conquistadas" ("Asedio al euskera" Joan Mari Torrealdai).

El régimen fascista o nacional-católico, incautó la casa natal de los Arana y lo convirtió en la sede de la Falange y del Auxilio Social de la Sección Femenina, poniéndole sus flechas y su yugo, para mandar derruirlo en 1960.

También es rechazable, desde la sociedad actual, la política de exterminio de los pueblos amerindios considerados entonces como inferiores y sin alma, pese a ello, constituye parte del pasado más glorioso para los españoles, o, el exterminio y persecución de judíos e hispano-musulmanes durante la “romántica” “reconquista” y años sucesivos hasta los Reyes Católicos, culturas y gentes que llevaban para entonces más de mil quinientos años y ochocientos viviendo en la Península Ibérica.

Sobre el euskera:

Sobre el euskera, que aprenderá de adulto y cultivará toda su vida escribiendo una de sus primeras gramáticas, dijo Arana: 

"Haced que el euskera sea necesario en su patria y entonces, no lo dudéis, ningún hijo del pueblo lo ha de olvidar. Haced que sirva para educarse, para prosperar, para vivir, para ilustrarse y entonces d que lo posea hallará razonable conservarlo y el que no lo hable podrá moverse a aprenderlo. 

Entretanto, al primero sólo le sirve de estorbo; al segundo, sólo le serviría de vano lujo.

Al de abajo no le obliguéis a aquello que le es imposible realizar sin el auxilio de los de arriba. La clase que vive con el esfuerzo de sus brazos, es el menor de la sociedad civil: de sus errores y extravíos es responsable la clase directriz, el clero, las autoridades, los intelectuales y los ricos".


Algunas conclusiones:

Sabino Arana era etnicista en el sentido que lo era el 100% de aquella sociedad e incluso en épocas muy posteriores desde el punto de vista actual. 

Arana se basaba en los Fueros, donde se resaltaba la “limpieza de sangre” - apellidos oriundos de la hidalguía vasca-, pero, del mismo modo como se hacía en toda la legislación y sociedad española hasta bien entrado el siglo XIX. Sabino Arana no era el más etnicista ni destacaba por ello especialmente en aquella sociedad, y lo que no cabe es llamarle racista en su sentido actual, al contrario, escribió a favor de la igualdad entre razas, lo cual no era nada habitual, ni siquiera entre los padres del comunismo y la izquierda.

Incluso no cabe llamarle xenófobo en el sentido estricto de la palabra (odio al extranjero), pues en su caso y por sus escritos, con objetividad, solo se le puede acusar de hispanófobo o antiespañol. 

Lo que chocó en la sociedad de finales del siglo XIX del discurso de Sabino Arana, fue su romanticismo vasquista cuando todos los escritores y filósofos hablaban contra el euskera, su independentismo bizkaíno que no poseía el carlismo, y su forma virulenta de meterse contra la “etnia o raza” española al comienzo de sus publicaciones en la revista Bizkaitarra. La virulencia antiespañola de Sabino Arana solo se produjo en sus primeros años hasta 1897 y solo pretendía encender el ánimo de los bizkainos tras la pérdida foral primero y ante la masiva llegada de colonizadores después como él mismo señaló.


En realidad, contra lo que escribió al principio de su carrera política, no fue tanto contra los españoles sino contra el colonialismo español, que había empezado una limpieza étnica impulsada por su gobierno central y los grandes capitalistas que le eran favorables tras las derrotas sucesivas de la población vasca que apoyó masiva y casi exclusivamente la opción carlista o más bien foralista. 

La idea de del gobierno liberal español, era la de crear el Estado-nación totalitario de base o cultura única castellana. Los ataques de Sabino Arana, no fueron contra los españoles en general, sino contra ese colonialismo que estaba padeciendo el país y pretendían enardecer el ánimo del bizkaino que se encontraba derrotado.

Pero, en los primeros discursos nacionalistas de Sabino Arana como en el de Larrazabal de 1893, no estaba recogido éste punto, pues aún no se visualizaba las consecuencias que iba a tener esta inmigración provocada por los grandes capitalistas liberales ganadores de las Guerras Forales o Carlistas, por tanto, no se encuentra en el nacimiento del nacionalismo vasco.

Procesión en el funeral de Sabino Arana el 29 de noviembre de 1903, del libro "Nikole" de Edorta Jimenez


Las citas hispanófobas-antiespañolas de Sabino Arana:

Las citas hispanófobas más conocidas de Sabino Arana las  recogemos y las comentamos en su contexto en un artículo a parte: https://lehoinabarra.blogspot.com/2022/01/que-somos-segun-sabino-arana.html



Primer Aberri Eguna
Misa en Begoña en el Aberri Eguna de 1932







Luis Arana en el balcón de su casa en Abando el día del Aberri Eguna de 1932, cuando se puso la placa en recuerdo de ambos hermanos y su conversación en el patio de su casa que supuso el nacimiento del nacionalismo vasco