BIZKAIA FUE INVADIDA ENTRE 1199-1200


BIZKAIA FUE INVADIDA ENTRE 1199-1200

Aitzol Altuna Enzunza

Mapa Eneko de Castillo.

"La unidad del Estado vasco, defendida durante tantos siglos, quedó no sólo perturbada, sino rota a partir del año 1200, siendo más dolorosa la desmembración, por tratarse de regiones que conservan vivos todos los elementos nacionales, principalmente el idioma" José Antonio Agirre Lekube, Lehendakari del Gobierno de Euzkadi


Anacleto Ortueta historiador y político bizkaíno (1931): “Así en 1179, Sancho VI el Sabio, perdió otra vez La Rioja y Bureba, que parcialmente había recuperado en 1160, y también perdió la Álava Occidental y Vizcaya menos Durango, y por fin, caída Vitoria en 1200, se consumó la obra de desmembración”

Existe entre los historiadores la idea de que Bizkaia fue invadida por Castilla sobre el año 1179, sin embargo, no parece que esa sea la fecha cierta a tenor de los datos que expondré.




Moneda de Sancho el Fuerte igual a la encontrada en la isla de Lekeitio, reinó entre 1194-1234

Cuando alcanzó la mayoría de edad, Alfonso VIII rey de Castilla, retomó la conquista del reino de Nabarra que sus antepasados ya habían intentado invadir en repetidas ocasiones. Es más, del último intento de 1167 aún retenían los castellanos varios castillos.


Alfonso VIII atacó el viejo reino el 18 de septiembre de 1173 donde era tenente o señor de Bizkaia Don Bela Ladrón de Gebara (apodado “Ladrón de Nabarra”), una de las familias más importantes con tierras y casa-torre principal en la llanada alabesa y que había sustituido en la Nabarra Occidental a los traidores López de Haro. 

Cota de Malla del siglo XII hallada en la parte vieja de Vitoria-Gasteiz en el siglo XIX
Santa Agueda en Olloki, cerca de Iruña-Pamplona, escudos de los reyes Evreux y soldados nabarros con cotas de malla en el siglo XIV
Euskal Herriko Erdi Aroko Gazteluak (2023), Arkeologi Museoa
Espadas de De Aitzorrotz Mendikute y la completa es de Ereñozar de Bizkaia (Urdaibai). s. XII-XIII

Contaba el castellano con los Haro, los anteriores señores bizkaínos, felones expulsados cien años antes del reino nabarro por su venta a Castilla a cambio de tierras y privilegios feudales sobre todo en la zona de Haro y Nájera robadas también a Nabarra (año 1076), acantonándose las tropas castellanas en el castillo más poderoso de la región que era el de Malmasín (Arrigorriaga), enclave que controlaba el cruce de caminos que desde la capital o cabeza de Bizkaia (Bermeo) llegaba siguiendo el Camino de Santiago Costero, y que se cruzaba en las faldas de este monte con el camino que de desde Castro Urdiales y Balmaseda subía desde el puerto de Begoña llamado Bilbao.


La invasión imperialista partió de las Enkartaciones, término éste que aparece precisamente por primera vez durante estas invasiones y que entonces no pertenecía al señorío de Bizkaia. 

Este territorio pertenecía al reino nabarro, según la documentación de la época: “Et ego rex Aldeffonsus in tempore quo incarnationes introivi decimo quarto kalendas augusti sub era millessima ducentessima decima tertia in Sancto Dominico de la Calzada propia manu…” (para más información: https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/04/las-enkartaciones-tres-tenencias.html).

La única tumba original en Santa María La Real de Nájera es la de la Blanca Garcés de Nabarra del siglo XII (Laguardia, Alaba 1137-1156), hija del rey Garcés Ramírez "el Restaurador" y reina consorte de Castilla con Sancho III de Castilla, esta alabesa (entonces parte de la tenencia de la Sonsierra de Nabarra), es la madre de Alfonso VIII de Castilla-León.
Estatua de García Ramírez del Restaurador (1134-1150) 
en el paseo Sarasate de Pamplona 

Se recoge este otro párrafo en la versión castellana del armisticio de 1175 que intentó poner paz entre ambos reinos, donde Alfonso VIII de Castilla devolvía parte del territorio recientemente invadido a Sancho VI el Sabio de Nabarra, según recoge Tomás Urzainqui en su libro “Navarra, sin fronteras impuestas”: “Yo, don Alfonso, rey de Castilla, doy por quito a vos, don Sancho, rey de Navarra y de Álava, a perpetuo para vuestro Reino, conviene a saber: desde Ichiar y Durango, que quedan dentro de él, exceptuando el castillo de Malvecín (junto al puerto llamado de Bilbao)...”.

Alfonso VIII

Muchos historiadores han tomado esta frase del rey castellano, para señalar que el Estado baskón de Nabarra fue invadido en esa fecha y hasta el presente en su territorio de Bizkaia salvo el duranguesado, condado éste adjunto al señorío de Bizkaia con un mismo tenente al menos desde mediados del siglo XI. 

Sabemos también que el duranguesado comenzaba en las “campas de Nabarra”, donde se hallaba un mojón que así lo indicaba en el centro del actual municipio de Amorebieta-Etxano donde se conserva el nombre (merindad de Zornotza). Sabemos además, que tras el regicidio de Sancho el de Peñalén (1076), las tropas castellanas, junto a los traidores López de Haro, llegaron hasta este mojón quedando libre el duranguesado hacia el Este, por lo que en este testamento, lo que quiere Alfonso VIII es, simplemente, volver a esta frontera.

Sobre la merindad de Zornotza y sus escudos nabarros se puede leer https://lehoinabarra.blogspot.com/2022/02/escudos-nabarros-en-zornotza.html?m=0


Infografía del castillo nabarro de Ereño en Urdaibai

La misma frase acaba diciendo “exceptuando el castillo de Malvecín (junto al puerto llamado de Bilbao)”. Por tanto, el invasor pretendía quedarse además con el castillo de la Bizkaia nuclear en la anteiglesia de Arrigorriaga, lejos del duranguesado, que tenía ocupado desde 1173. 

De este texto los historiadores han interpretado que no devolvió las tierras nabarras de Bizkaia, las cuales “obtuvo” o que “adquirió” usando la terminología que el historiador del rey de Castilla y arzobispo de Toledo Ximénez de Rada aplica a la conquista.

Lo que da más bien el texto a entender, es que, el duranguesado y toda la comarca del río Deba hasta Itziar, fue invadida por las tropas del rey castellano que vinieron desde el sur del asedio de Vitoria-Gasteiz, entraron por el castillo de Aitzorrotz en el Alto Deba (Arlaban) y por Astxiki en Urkiola en el duranguesado (Abadiño), tenencias diferentes de Bizkaia y Gipuzkoa. 

Punta de lanza de Aitzorrotz s. XI-XIII
Euskal Herriko Erdi Aroko Gazteluak (2023), Arkeologi Museoa

Mientras que, la tenencia de Bizkaia, fue invadida por el Oeste y el valle de Ayala por las tropas del paladín del rey de Castilla Diego López de Haro II y su familia para hacerlo su señorío, los cuales dominaban los valles Ayala o Mena, aprovechando la mesnada que el rey castellano tenía acantonada en el castillo de Malvecín o Malmasín de Arrigorriaga, junto al puerto de “mareantes y pescadores” de la anteiglesia de Begoña, llamado Bilbao, castillo de Malmasín que también reclamaba el rey castellano como propio por “derecho de conquista”.

Infografía del castillo nabarro de Untzueta, revista AVNIA

Lo que sí parece claro, es que la situación de ocupación militar de Bizkaia no fue duradera, pues en el Laudo de Londres de 1177 -por tanto posterior al mencionado armisticio-, dictado por el rey del país inglés al que los dos monarcas sometieron sus diferencias, habla sobre la territorialidad de cada Estado y señala que Bizkaia seguía libre en ese año.


Tumba de Ricardo "Corazón de León", duque aquitano (después rey de Inglaterra) que invadió el vizcondado nabarro de Lapurdi por esas mismas fechas. Tras la tregua y para firmar la paz, Ricardo se casó con la princesa Berenguela de Nabarra.


En la gesta Gesta Henrici II et Gesta Regis Ricardi 
del año 1190 que se conserva en el Museo Británico, escrita por el cronista inglés de Yorkshire Roger Van Hoveden (fallecido en el año 1201), asistente-embajador-mediador desde 1174 del rey inglés Enrique II (padre de Ricardo Corazón de León), habla de que en ese año, Nabarra llegaba hasta las aguas de Castro Urdiales (Sriptores Rerum Anglicanarum ed. Frankfurt 1601, pág 672).

Puntas jabalina de castillos gipuzkoanos y bizkaínos s. XII-XIII
Euskal Herriko Erdi Aroko Gazteluak (2023), Arkeologi Museoa


En el libro “Navarra sin fronteras impuestas”, Tomás Urzainqui comentaba: “Se sabe que toda la tierra que está cerca del mar hasta Hispania es tierra del rey inglés; y se prolonga hasta el puerto que se llama de Oiasouna, que divide la tierra del rey de Inglaterra de la Navarra. Y la tierra del rey de Navarra empieza en el puerto de Oiasouna, y llega hasta las aguas de Castro (Urdiales) que divide la tierra del rey de Navarra de la tierra de Castilla (…).


LAS TENENCIA NABARRAS DE SÁMANO Y DE COLINDRES

Tradicionalmente, se pensaba que el fuero de villa de Castro Urdiales, había sido entregado el día 10 de marzo del año 1163, fecha que fue aportada por el erudito vallisoletano del siglo XVII, Gabriel de Henao, en su obra “Averiguaciones de las antigüedades de Cantabria”, publicada en 1689. Aunque, unos años antes, otro autor, Gonzalo Méndez de Silva, había fechado el fuero en el año 1173 en su obra "Población general de España"' de 1645.

Puntas de saeta o virote (flechas) de castillos gipuzkoanos y bizkaínos s. XII-XIII.
Euskal Herriko Erdi Aroko Gazteluak (2023), Arkeologi Mu

Pero, en el año 2016, Jesús A. Solórzano, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cantabria, hizo público el hallazgo de la copia del privilegio inserto en un privilegio del rey Alfonso X del año 1255 y conservada en el Fondo Marqués de Villarías del Archivo Histórico Foral de Vizcaya. 

El documento contiene una parte de la concesión del Fuero de Logroño a Castro Urdiales por los reyes Alfonso VIII y su esposa Leonor de Inglaterra, fechado el 10 de marzo de 1202. Este mismo rey dio el fuero de villa a Laredo en el año 1200.

Por tanto, la carta puebla de la villa de Castro Urdiales en la tenencia nabarra de Sámano, confirmaría la exactitud de la gesta "Regis Ricardi", situando a las huestes invasoras en la tenencia de Colindres (ver mapa de Eneko Del Castillo).

Castro Urdiales en el siglo XVI con su castillo nabarro, libro Iñaki Sagredo Garde "Navarra, castillos que defendieron el reino" 

Hasta 1200, las tenencias de Sámano y Ugarte siguieron en Nabarra, sin embargo, para la de Colindres, sí que hay un documento de Alfonso VIII en el cual entrega a San Juan de Burgos la iglesia de San Martín de Sopuerta en 1178, por tanto, tras su conquista de 1173 (Labayru "Historia de Bizcaya").

"Los mapas del rey planeta" s. XVII 
para Felipe IV de Las Españas

La división entre la parte de las tres tenencias de las Enkartaciones actuales dentro de Nabarra y la que estaba invadida por Castilla, nos la da Juan Manuel González Cembellín en Iura Vasconiae nº 5:  “en 1142 el emperador Alfonso VII de Castilla reorganizó su territorio y entregó a Lope Díaz I de Haro, nieto de Lope Íñiguez ("Ezkerra"), la tenencia de Castilla La Vieja, en la que se incluía la totalidad de la comarca, perdiendo los Velázquez-Ayala su parte. Por vez primera todas las Encartaciones estaban unidas en una misma mano, pero seguían sin formar una entidad con personalidad propia (sic.). 

En esta tarea unificadora los tenentes parecen haber contado con un aliado: el monasterio de San Millán de La Cogolla. Si Lope Díaz I de Haro logró la gobernación de todas las partes de la comarca en 1142, parece que sólo un año después el redactor de los llamados Votos de San Millán –una falsa donación en favor del monasterio riojano– dividía las Encartaciones en tres bloques, de cada uno de los cuales esperaba obtener ciertos derechos: Salceto, Sopuerta, Carrantia […] cum suis villis ad suas alfoces petinentibus per omnes domus, singulas libras de cera (Salcedo, Sopuerta, Carranza… con todas las villas pertenecientes a sus alfoces, una libra de cera por cada casa)". El valle de Salcedo lo componen los municipios actuales de Güeñes y Zalla, aunque también aparece un Concejo de Salcedo más pequeño en 1406. 

A finales del siglo XVI "En efecto, las iglesias encartadas se organizarían en tercios los diezmos, se cobraban por los terçios de Salçedo, Truçios y Arzentales y Carrança, y Sopuerta, Galdames y el Valle de Somorrostro", por lo que se ve que en 1142 los valles de Galdames, Turtzioz o el extenso valle de Somorrostro, no estaban dentro de Castilla.

Por tanto, toda la costa de la tenencia de Ugarte y la de costa de la de Sámano, no estaba en manos castellanas o de los López de Haro y sí quizás una parte del interior.

San Martín de Sopuerta

Sobre la posible ocupación de Castilla de las Enkartaciones (tenencias de Sámano y Ugarte), antes de 1199-1200, el historiador J. Fernando Elizari añade en su libro “Sancho VI el Sabio, rey de Navarra” que “No hay testimonio alguno de esta supuesta incursión (castellana) en aquella región” (pág.137 Edit. Reyes de Navarra). Aunque ya hemos visto que sí las hay, aunque no sean totalmente específicas.

Puente Viejo de portazgo de Balmaseda que conducía a la única judería de Bizkaia, y cuyos cimientos son del siglo XII, por tanto, dentro del reino de Nabarra 
(José Ángel Fernández Carvajal -2010-)
Indalecio Ojanguren 1920


El historiador galdakanés Fernando Morente, escribió el libro mono-temático de municipios de la Diputación de Bizkaia sobre la villa de Balmaseda en la tenencia de Ugarte, donde se recoge toda la documentación medieval que hay sobre la misma, y tampoco encontró documento alguno que nos permita afirma que la principal villa de las actuales Enkartaciones fuera ocupada antes de 1199-1200, año éste último del ataque castellano y que coincide con la carta puebla dada a Balmaseda (1200) por Don Lope Sánchez de Mena, señor de Bortedo, ricohombre de la corte de Alfonso VIII de Castilla y pariente de Diego López de Haro II, estando en Castro Urdiales con Alfonso VIII, fecha señalada por el historiador J.A. García de Cortázar, ya que, por la documentación del rey castellano, se sabe que no estuvo antes en Castro Urdiales.


ORDUÑA Y EL VALLE DE AYALA

La primera referencia documental a San Clemente de Arbileta en Orduña está fechada el 18 de marzo de 1198, en el que Alfonso VIII de Castilla la dona a la iglesia de Calahorra, por lo que parece que todo el valle de Ayala, y quizás el de Llodio, estaba en manos de los descendientes de Eneko López "Ezkerra", aunque la ermita-hospital de peregrinos no es nada significativa y pudiera simplemente ser parte de las complicadas arras entre Alfonso I el Batallador de Nabarra y su mujer la reina de León Doña Urraca.



Restos góticos de San Clemente de Arbileta o Haruireta (Arqueología Medieval en el valle de Orduña" J.M.Martínez Torrecilla, A. Plata Montero y JL. Solaun Bustinza"). El templo contaba con un hospital de peregrinos junto con el de San Lázaro (la primera mención de ambos es sin embargo del siglo XVI).

Sí que sabemos que el valle de Orduña, que dentro de Nabarra conformaría una tenencia, se componía de un "alfoz de realengo" sobre todo el territorio, desde probablemente un castillo y un núcleo poblacional. Alfonso VII ​de Castilla-León (1126-1157), primer rey de familia Borgoñesa origen de los Trastámara (hijo de doña Urraca I de León, la que después fuese esposa de Alfonso I el Batallador), donó​ al presbítero Alvaro "quandam villam que vocatur Gaumea, et est ipsa villa in​ ​territorio Orduña"​ (1133).​ El monasterio de San Clemente de Harrureta fue donado por Alfonso VIII al obispado de Calahorra​ en 1192. 

Lo mismo que en el caso anterior, estas ermitas casi desconocidas y sin importancia, las pudo perfectamente heredar Alfonso VII de su madre doña Urraca, cuando ésta se casó con Alfonso I de Nabarra, ya que en su complejo contrato matrimonial, ambos cónyuges se "regalaron" mutuamente numerosos bienes inmuebles de sus reinos y todas ellas están la misma comarca, por lo que más bien se "deshizo" de ellas.
Iglesia-fortaleza de Santa María, construida probablemente sobre otro templo nabarro del siglo XII, y restos de la muralla del siglo XIII.

Capitel románico de la iglesia original, conservado en el Museo Arqueológico de Bizkaia 



EL FELÓN DIEGO LÓPEZ II EL MALO

El felón e invasor Diego López II de Haro “el Malo” (1164-1214), fue el primero de su familia que usó el apellido Haro en un documento, por la villa de Rioja Alta que repobló su familia en 1117.

Fue un magnate de primera importancia en el reino de Castilla de Alfonso VIII (1158-1214) y tomó parte de la invasión del señorío de Bizkaia y del resto de la Nabarra Occidental. Desempeñó un papel decisivo en el ascenso del linaje Haro en la Corte castellana.

Sin embargo, entre 1179 y 1183 (por tanto después del Laudo de Londres), Diego López II de Haro se exilió por primera vez a Nabarra, lo cual hizo otra vez en el año 1196 tras discutir con su monarca. Parece improbable o imposible, que Bizkaia estuviera en manos castellanas cuando su tenente de los Bela o Ladrón de Gebara y el cabeza de familia de los Haro, estaban a las órdenes del rey nabarro.

Diego López II de Haro, se exilió por tercera y última vez tras la invasión de la Nabarra Occidental entre los años 1201 y 1206, y todos sus bienes fueron confiscados, se sabe que durante esas fechas estaba en la villa de Estella-Lizarra(ra), en la frontera con Aragón, donde recibió las pechas de Sancho VII el Fuerte (el hijo de Sancho VI el Sabio) y donde fue atacado por las tropas del rey castellano con el que se había vuelto a enemistar.

Volvió Diego a la corte castellana en posición de fuerza, obteniendo el oficio de Alférez, uno de los dos más prestigiosos con el de Mayordomo Mayor, así como con el gobierno de todas las tierras nabarras invadidas, incluida Bizkaia, de la que estuvo ausente esos años de exilio.


A finales del siglo XII, la documentación sobre Bizkaia se vuelve confusa, aunque parece que los tenentes de la Nabarra Occidental, en toda ella o en parte, fueron:

- Diego López Ladrón de Gebara (1179-1182), nieto de Ladrón de Gebara a través de su hijo Lope Ladrón (señor de Aibar y Alférez de Nabarra). 
- Eneko de Oriz (1183-1188). 
- Pedro Belez Ladrón de Gebara (1194-1200), otro hijo de Ladrón de Gebara (tío por tanto del anterior), que además era señor de Xabier y Sangüesa-Zangotza. Era el "alcaide" del castillo de Malmasín cuando la toma de Castilla del mismo en el 1174, fundador de la Casa Ganboa y Abendaño.


Otros elementos: la repoblación de Galdakano

Los intentos de conquista por Castilla y las numerosas muertes de nabarros que conllevaron, hizo que, tras el Laudo de Londres, los reyes de Nabarra tuvieran que reforzar la defensa del reino en la Nabarra Occidental con nuevos castillos, villas amuralladas y tenencias, lo que llevó también a repoblar territorios y reestructurar las vías comerciales, como, por ejemplo, para evitar el paso por las cercanías de la fortaleza de Malmasín en Arrigorriaga, plaza militar ocupada como cabeza de puente por Castilla con la intención de una posterior ocupación de todo el señorío nabarro de Bizkaia como hemos visto, y que no devolvió pese al mencionado Laudo arbitral de Londres de 1177.





Documental "Memoriaren Lekukoak" de Nabarralde, con la colaboración de Iñaki Sagredo Garde, aunque comente el error de adelantar la invasión de Bizkaia y de parte de las "Enkartaciones", tenencias de Sámano y Ugarte.


Así fue como Sancho de Galdakano, emparentado con los reyes de Nabarra, vino con varias familias de señores de la guerra desde la Corte del reino nabarro a repoblar y reorganizar militarmente la comarca por mandato del rey; se asentó primero en Bedia (hoy dentro de la mancomunidad de Arratia), población que entonces pertenecía a la parroquia de Santa Marina de Galdakano (edificada en el s. XI).

Después pasó su casa solariega a Galdakano, donde mandó construir una “torre o castillo”, un puente que supliría al inhabilitado de Legizamon en Etxebarri (por su proximidad a las tropas castellanas acantonadas en Malmasín) y la iglesia románica de Andra Mari de Elexalde donde fue enterrado (su tumba posee los eslabones del escudo de Nabarra), conjunto defensivo cercano al castillo nabarro ocupado por los castellanos del que sólo lo separaban en línea recta unos 5 Km, con una perfecta vista aérea sobre el mismo.

Caserío Tosubando en cuyo interior se esconde la torre que albergó al hijo de Sancho de Galdakano 


En Bedia, quedó el hijo de Sancho, del mismo nombre que el padre, en la casa-torre de Tosubando, aún hoy en pie, que se cree que existía en el siglo XI (https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/09/la-torre-nabarra-de-tosubando-en-bedia.html).


"…tiene una iglesia parroquial de advocación de Santa María, una en Echevarri y otra en la Colación de Bedia, fundada según relaciones antiguas, por el caballero don Sancho de Galdácano, pariente del rey de Navarra hacia el año 1200…" Juan Ramón Iturriza, 1793, "Historia General de Vizcaya". 

Los historiadores mejor documentados sobre Bizkaia como Estanislao J. Labayru (s. XIX) y Juan E. Delmas (s. XIX), coincidían con Iturriza.


El primer historiador bizkaino, preboste de Portugalete y merino de Castro Urdiales, el banderizo Lope García de Salazar (1399-1476), en su "Libro de las Bienandazas e Fortunas", nombra a la familia de Galdakano como de las más antiguas e importantes de Bizkaia, de la que dice estaba emparentada con los reyes de Nabarra: “El linaje de Vedia e de Usansolo (Galdakano) son de buenos escuderos antiguos e de Vedia es agora principal del Sancho Ortis de Vedia, que se falla que aviene en siete generaciones del cauallero de Galdaño, que fue natural de Nauarra, e vino a poblar allí, e viene del de padre en padre”. 

Sancho Ortis de Bedia se sabe que era contemporáneo de García Salazar (preboste de Bilbao y merino en Bedia), esas “siete generaciones” nos llevarían a finales del siglo XII.



Existe otro relato que aparece en la “Crónica de Vizcaya” de Lope García de Salazar (1454) y en su "Libro de las Bienandazas e Fortunas" (1471-76), historia que se corrobora por un texto anterior escrito por Fernán Pérez de Aiala en su Genealogía de la Casa de Aiala (“Árbol verdadero de la casa de Ayala”), que fue escrita en 1371, pero cuando el autor ya tenía 76 años, por tanto, eran hechos recientes conservados de forma oral. Lope García de Salazar escribe así este relato en su segundo libro sobre la llegada de los Abendaño a Galdakano:

“En el año que la villa de Vitoria (fundada en 1181) era del reino de Nabarra (por tanto antes de 1200), havia una linaje de caballeros en una aldea cerca de ellas que llamaban e llaman agora San Martín de Avendaño, que eran poderosos en la comarca, e fasian continuamente muchos enojos a los pobladores de Vitoria, de lo cual todo el dicho concejo se enviaron querellar al rey de Nabarra, su señor, e fallaronlo en una huerta mirando con algunos caballeros que estaban con él, como le dieron su querella, tomo el una espada al mensajero dellos e corto con ella unas dies cabezas de verzas e dixoles “los de vitoria sodes para poco que a los que asi vos fatigan debriades les facer como yo fise estas berzas”. 

Esta historia es similar a la de la Campana de Huesca atribuida a Ramiro II el Monje (s. XII), pero que no fue escrita hasta el siglo XIV en la "Crónica de San Juan de la Peña" de Pedro IV, basado en un relato de siglo XIII reinando Jaime II y Pedro III. La leyenda es, a su vez, una copia de un texto del historiador griego Heródoto del s. V a.C., según ya descubrió el historiador Jerónimo Zurita en sus Anales de la Corona de Aragón en el año 1562.

Vitoria-Gasteiz

Sigue la historia: “Con esto se fueron a la dicha villa e acordaron en aquello, todo el pueblo levantaronse una noche e fueron sobre aquellos caballeros de Abendaño que allí fasian su vivienda, e sus palacios e heredamientos que estaban descuidados, e quemaronlos e matáronlos a todos con fijos e mujeres con toda su generación, sino un mozo, hijo mayor dellos, lo saco de noche envueltos en sus vestiduras, e fuese con él a Arratia (probablemente a Bedia donde residía), e criollo allí Don Sancho de Galdacano, hijo del caballero de Galdacano, e seyendo ya ome, ovo convención con la dicha villa que tomase orden de la iglesia, que no curase de fecho de caballería e que entrase en la tierra, e fisieronlo arcipreste de Alva, e salió omo para mucho, e tomo por manceba un fija de Don Sancho García de Zurbano…e fizo en ella a Juan Pérez de Abendaño”. 


Estas luchas se enmarcan en las constantes disputas entre las villas de Agurain-Salvatierra (sabemos que ya tenía carta de villa con Nabarra) y Vitoria-Gastehiz con los grandes señores de la Llanada alabesa, pues las villas respondían ante el rey, al que pagaban sus impuestos por sus privilegios mercantiles, las cuales estaban abarcando bajo su amparo a cada vez más anteiglesias, quedando fuera del control de los grandes señores que dominaban el resto de la comarca.


2016ko abenduaren 3an, Nafarroa eta Euskararen Egunean, Galdakanoko Puentelatorren jarritako mugarria, gure Estatua defendatu ebenen omenez.

Los Abendaño bizkaínos asentaron su casa solariega en Urgoiti, donde controlaban un puente sobre el río Ibaizabal o Puentelatorre en el barrio de Bekea de Galdakano, además de las importantes minas de hierro y sus ferrerías de monte. El caserío anejo aún conserva su escudo tras ser bombardeada la casa-torre en 1936. 

El conjunto se encuentra situado a la entrada al valle de Arratia de la principal vía de comunicación de la comarca en esos siglos y adonde se fueron a vivir los Abendaño (para más información https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/03/sancho-de-galdakano-no-es-torrezabal.html). 

Los Abendaño, eran grandes señores pronabarros que pertenecieron después al bando ganboíno, por lo que es casi imposible que huyesen a un territorio que no estuviera dentro del reino baskón de Nabarra (es más, en otro caso, los propios relatos lo hubieran mencionado).

Puentelatorre en el barrio del mismo nombre en Galdakano, cuna de los primeros Abendaño de Bizkaia, donde el caserío que se conserva, tiene su escudo. La casa torre, convertida para entonces en un caserío, fue bombardeada en 1936 por los militares que dieron el golpe de Estado. 

La anteiglesia de Galdakano está doblemente documentada en el siglo XII (más una copia de uno de ellos del mismo siglo), en sendos legajos de la riojana Santa María la Real de Nájera (ocupada por Castilla), significativamente de los años 1175 y 1193 (y en una copia de la última ese mismo siglo), en los cuales su obispo reclama el impuesto que no percibe a, literalmente en uno de ellos: “ecclesia de Aldacanos” y de “Barrica” en Bizkaia. 

Esta petición sólo puede ser a la anteiglesia Andra Mari y nos da una idea de que ésta debe de haber sido construida entre 1173 de la invasión castellana y marzo de 1175 del primer documento, por tanto, a finales del año 1174 o principios de 1175.



Tras un nuevo fracaso de invadir Nabarra en el año 1198, aprovechando la ausencia de su rey y gracias a la fidelidad de los nabarros, Alfonso VIII retomó su empecinada conquista de Nabarra en 1199. Alfonso VIII atacó por Pancorbo-Miranda de Ebro y cercó Vitoria-Gasteiz que resistió 9 meses hasta pasar una fuerte hambruna, al mando del tenente Martín Ttipia. Martin Ttipia había sustituido a Pedro Ramírez, procedente de la bastida y castillo de Donibane Garazi-San Juan de Pie de Port donde estaba en el año 1194 como tenente y anteriormente de Zangotza-Sangüesa, donde se le documenta en el año 1177 como soldado. Este último tenente nabarro de Vitoria-Gasteiz, se documenta después en la defensa de Tudela en 1234.

No pudo tomar los castillos de Portilla (hoy en el escudo de Alaba), Trebiño (que se convertirá así en un enclave en el corazón de Alaba), Toloño (Alaba), Laguardia con la Sonsierra (hoy rioja alabesa) y cuevas de Arana (Alaba), por lo que dirigido sus tropas hacia los castillos de San Sebastián, Hondarribia, Aitzorrotz (Eskoriatza, restos excavados y con signos de lucha), Beloaga (Bergara), Ausa (Abaltzisketa-Zaldibia, liberado después y tomado de nuevo en el s. XIV), Ataun (liberado después y tomado de nuevo en el s. XIV) y Mendikute (Arzorozia, Albistur, donde también se han hallado restos de lucha). 

Mendikute, Joseba Ariznabarreta Garabieta

El castillo de San Sebastián-Donostia de la Mota –que sostuvo una gran resistencia con su tenente Johan de Bidaurre al frente, una de las 12 familias más poderosas del reino baskón que alzaban al rey de Nabarra y que fue después compensado por Sancho VII El Fuerte con nuevas tenencias.

En el Tratado de Vitoria del 1 de enero de 1256, Alfonso X de Castilla y Teobaldo I de Nabarra, acordaron que el rey de nabarra debía de prestar homenaje al castellano por las plazas de Hondarribia y San Sebastián "las cuales debía de poner en sus manos un año después", según relata la Gran Enciclopedia de Navarra, cosa que no cumplió.

Según describe el cronista del rey castellano Alfonso VIII, el eclesiástico Rodrigo Ximénez de Rada (Gares 1170-Francia 1247), los castillos fueron "obtinuit" y "acquisivit" por su señor Alfonso VIII de Castilla.
Tr
Rodrigo Jiménez de Rada (1170-1247), escrito en latín el original: "Así, pues, el noble rey Alfonso obtuvo Vitoria, Ibida (Treviño), Álava y Guipúzcoa y sus lugares fortificados y castillos, a excepción de Treviño que le fue entregado más tarde a cambio de Inzura. Asimismo, entregó Miranda (de Arga) a cambio de Portilla. Adquirió San Sebastián, Fuenterrabia, Beloaga, Zeguitagui, Aizcorroz, Aslucea, Arzorocia (Mendikute), la vieja Vitoria, Marañón, Aussa, Athavit (Ataun), Irurita y San Vicente (de la Sonsierra)".

Aitzorroz. Documental "Memoriaren Lekukoak" de Nabarralde, 
con la colaboración de Iñaki Sagredo Garde


Desde Aitzorrotz, separado para entonces el territorio de Durango en una tenencia en 1184 por Sancho VI el Sabio de Nabarra para su mejor defensa (tenencia del Alto Deba -valle de Leniz- y Bergara, con la villa amurallada de Mondragón-Arrasate como principal núcleo poblacional), volvería a invadir el duranguesado el castellano. 

Se han encontrado restos de lucha en el castillo de Astxiki, en el paso por Urkiola en los montes de Durango. Durango sería una villa amurallada por Sancho VI “el Sabio” (1150-1194), dentro de la necesidad de una mejor defensa del territorio.


La comarca del Bajo Deba sería tomada también por las tropas castellanas, desgajándolas de Bizkaia y cuya frontera era San Andrés de Astigarribia en Mutriku, quedando los siguientes siglos como una tierra fronteriza o “marca” llamada Marquina de Yuso (hoy Markina-Xemein, Bizkaia) y Marquina de Suso (Bajo Deba), hasta finales del siglo XV, que se incorpora ésta última a Gipuzkoa, municipios actuales de Mutriku, Eibar, Elgoibar, Mendaro, Deba o Soraluze. Un documento de 1108 decía todavía que la anteiglesia de Astigarribia, estaba en “in fine Vizcahie”.

Tumba en Nájera de Diego López II de Haro "el Malo". 
Los López de Haro que gobernaron, ni nacieron ni murieron en Bizkaia, ni eran genuinos del señorío.

Por el Oeste, el ataque a Bizkaia debió de estar encabezada por el najerense Diego López de Haro II “el Malo” con tropas propias, que no con las milicias del pueblo bizkaíno que defendían su territorio hasta el árbol Malato según los Fueros (en el valle de Ayala, seguido del valle de Laudio-Llodio, éste desgajado de Bizkaia en el siglo XII por los López), aprovechando el castillo de Malmasín en Arrigorriaga tomado por los castellanos y no devuelto pese al Laudo internacional de Londres de 1177 que reconocía la territorialidad nabarra de toda Bizkaia.


San Andrés de Astigarraga (Stigarrivia) "inter Vizcahia et Ipuzcoa" documento de San Millán (año 1081)
"in fine Vizcahie"  Obispo Bernardo de Baiona (año 1108)


Según el historiador E. Labayru, los hijos de Sancho López, hermano del señor de Bizkaia Iñigo López "Ezkerra", mandaron en el Valle de Mena, Orduña, Orozko, Llodio y Ayala entre los s. XI al XIII, por donde vendría el ataque (para más información sobre estos valles y los señores de Ayala https://lehoinabarra.blogspot.com/2020/05/las-tenencias-nabarras-de-llodio-y-ayala.html?m=1). 

Por tanto, Diego López de Haro II se apoyó en sus familiares para atacar conjuntamente Bizkaia desde le valle de Mena y desde el de Ayala.

Según explica Labayru, el propio Diego López de Haro II llegó a mandar sobre "La Bureba, Rioja, Castilla la Vieja, Valpuesta, Belorado, Grañón, Aguilar de Campóo, Monteagudo, Logroño, Soria, Calahorra, la prestamería de Nájera, la merindad mayor de Castilla y la alferecía Real (…)". 

Don Diego López de Haro II, fue temible para todos los soberanos, porque era el magnate más poderoso de los reinos cristianos peninsulares; así, se le ve batallar primero contra dos reyes coaligados y luego contra los cuatro: el de León, el de Castilla, el de Nabarra y el de Aragón.

Crónica del Alfonso XI de Castilla


Su relación con Nabarra fue ambigua en muchas ocasiones:

Entre 1179 y 1183, se exilió por primera vez en Nabarra como hemos visto. Volvió a la corte castellana en posición de fuerza, obteniendo el oficio de Alférez. Su primer exilio le permitió obtener del rey los territorios que había gobernado su padre e invadidos a Nabarra, de La Rioja, Castilla la Vieja y Trasmiera (no así Bizkaia que seguía dentro del reino baskón). Obtuvo además las tenencias de La Bureba y de Asturias de Santillana del Mar.

Restos del castillo de Alarcos (Ciudad Real)

Volvió a enfrentarse al rey castellano, y, después de su segundo exilio, extendió todavía más su zona de poder en el nordeste del reino de Castilla y lo usurpado a Nabarra, llegando a gobernar «de Almazán hasta el mar» (1196).


Al mando de la retaguardia, participó en la Batalla de Alarcos contra los Almohades en 1195, que perdió estrepitosamente Castilla, cayendo en desgracia. 

Le apartó el soberano a partir de 1199, cuando le quitó el oficio de Alférez para provecho del conde Álvaro Núñez de Lara. Diego López se exilió una tercera vez entre 1201 y 1206, pasando al servicio de Nabarra.

Maqueta de Lizarra-Estella en el siglo XII

Ante esta situación Alfonso VIII invadió de nuevo Nabarra con ayuda de Alfonso IX de León y puso bajo asedio a Estella-Lizarra, que era donde se encontraba Diego atacando al rey aragónes Pedro II, pero, tras un largo asedio no consiguió rendir la plaza. Diego pidió asilo a Aragón, pero Pedro II se lo denegó. Diego López pasó al reino moro de Valencia, desde donde atacó desairado al aragonés. 

Finalmente, se reconcilió con Alfonso VIII de Castilla. Se había vuelto Diego imprescindible para el soberano castellano. Éste, en su primer testamento de 1204, reconoció que le había perjudicado e intentó enmendar estos actos por su desmesurada reacción. Cuando Diego López decidió volver en Castilla, en 1206, Alfonso VIII puso de nuevo su confianza en él como Alférez Real.

Diego López II "el Malo".
En su testamento de 1204, cuando se creía enfermo de muerte, Alfonso VIII prometió devolver parte de las tierras conquistadas a Nabarra injustamente (sic.), pero tras recuperarse no cumplió su palabra, y los sucesivos reyes nabarros hasta el último siempre reclamarán estas tierras como propias. Mandó escribir Alfonso VIII: “Prometo, si Dios me diere salud, restituir al rey de Navarra todo lo que tengo desde el puente de Araniello, hasta Fuenterrabia (...). Porque sé que todos los lugares reseñados deben de ser del Reino de Navarra y pertenecer a él”. 
Araniello sería probablemente Arano entre Goizueta, Hernani y Renteria, por tanto lo que quiere devolver el castellano es la tenencia de San Sebastián y una salida al mar, es decir, la Nabarra tras la muerte de Sancho el de Peñalén en 1076. 

En el año 1204, para incitarle a volver a Castilla, Alfonso VIII le reconoció el gobierno de la totalidad de Bizkaia. Ese acto marcó quizás la conversión definitiva del territorio en un feudo inalienable de la familia o señorío, que iba a constituir la base del poder de los Haro en el siglo XIII. 

Los reiterados exilios y este título, contribuyeron al mito del «feudo independiente» de Bizkaia que alimentó las controversias con los fueristas y posteriormente con el nacionalismo vasco.
Los Haro y los Ayala son la misma familia y comparten escudo familiar. Diego López II de Haro "el Malo" (1152-1214, "el Bueno" en Castilla) fue el que invadió Bizkaia por el Oeste en 1199-1200. Además, fue el primero de su familia que usó el apellido Haro, lo que consta en los documentos a partir de 1184, añadiéndo al escudo los primitivos lobos de sable en campo de plata, en alusión al nombre «Lope» y que eran padre e hijo, Lope Díaz II de Haro "Cabeza Brava", el cual acompañaba a su padre en todas las batallas.

Puente de San Antón
Los corderos atravesados en las bocas de los lobos hacen alusión a la participación en la batalla de las Navas de Tolosa y el botín allí conseguido en 1212 por Diego López II “el Bueno o el Malo". La bordura con aspas de San Andrés, a la toma ese día de Baeza en 1227, de su hijo Lope Díaz II de Haro “Cabeza Brava”.
Hasta aquí es también el escudo de Bizkaia junto al árbol de Gernika que se añadió en el siglo XV, pero se sustituyeron las aspas de la bordura por cinco Leones rampantes además de añadirse un León soporte que asoma la cabeza por el frente. Desde 1986 se han quitado los lobos y los leones del escudo de Bizkaia.
Son significativas también las cadenas del escudo de los Haro (aunque en algunas representaciones se omitan), ya que hacen alusión a su procedencia Nabarra (Tierra Estella-Lizarra).


TRAS LAS NAVAS DE TOLOSA

En la Batalla de las Navas de Tolosa 1212 contra el imperio almohade, al frente de las tropas castellanas estaba el traidor Diego López de Haro II y su hijo Lope Díaz II “Cabeza Brava”, donde el pérfido y reciente Señor de Bizkaia, se resarció de la derrota que sufrió contra los musulmanes en Alarcós de 1195. 

Antes de entrar en combate, le dijo su hijo: "Te pido como a un padre y a un señor que no hagas que me llamen hijo de traidor, y recuperes la prez que perdiste en la batalla de Alarcos". La respuesta del padre fue: "Os han de llamar hijo de puta, pero no hijo de traidor" (aludiendo a que su esposa lo abandonó).




Durango fue devuelta al señor de Bizkaia en 1212, por los servicios prestados al rey castellano en las Navas de Tolosa (Jaén) contra los musulmanes, recibió además el felón Diego López de Haro II “el Malo” y su hijo Lope Díaz II "Cabeza Brava", las Enkartaciones (en realidad,  solo una parte), con lo que se terminará de configurar la Bizkaia actual, aunque se seguirá respetando la idiosincrasia de estas dos comarcas durante varios siglos más con Fueros y Juntas propias.

El templo gótico de Santa María de La Atalaya construida sobre 1310, era el más grande de Bizkaia hasta su derrumbe total en 1783, actualmente sólo sería superada por la Catedral Nueva de Vitoria-Gasteiz, ni tan siquiera la catedral de Baiona, Patrimonio de la Humanidad, la igualaría.
Nuño de Lara (1348-51) fue hijo de María de Haro, señora de Bizkaia que falleció al de poco de parir, y de Juan Nuñez de Lara III que murió en 1350, sus tutores fueron Martín Ruiz de Abendaño y Mencía de Gebara. Nuño llegó a la capital de Bizkaia que era Bermeo con su aya huyendo del rey Pedro I el Cruel de la Corte castellana que lo quería asesinar para ser defendido por los bizkaínos. Es el único Haro o Lara enterrado en el señorío y murió con tan solo 3 años de edad siendo oficialmente señor de Bizkaia durante 1 año, su cuerpo estaba en una de las 12 capillas de Santa María de la Atalaya de Bermeo. Ningún Haro o Lara nació o residió de forma permanente en Bizkaia

Además, los Haro, recibieron las tres tenencias de la actual Gipuzkoa, el condado de Alaba (1203) y el valle de Ayala, incluido en valle de Llodio, es decir, toda la Nabarra Occidental (menos el condado de Oñate de los Gebara), que será conocida como "Bizkaia" toda ella hasta en mapas de finales del siglo XIX, siendo, hasta esas fechas, la palabra "bizkaíno" sinónimo de vascoparlante o euskaldun, independientemente de su territorio de origen. Los Haro perdieron pronto el gobierno de la mayoría de estos territorios menos el señorío de Bizkaia.

Diego López II gobernó Castilla la Vieja a partir de 1210, Santillana del Mar en 1211. Fue enterrado en el claustro del monasterio de Santa María la Real de Nájera en La Rioja en 1214.