LOS SANTOS BASKONES EMETERIO Y CELEDONIO EN EL REINO DE NABARRA

LOS SANTOS BASKONES EMETERIO Y CELEDONIO EN EL REINO DE NABARRA

Aitzol Altuna Enzunza


Catedral de Calahorra del siglo XV en estilo gótico tardío, reedificada sobre una iglesia románica anterior mandada construir por Sancho Garçea o Garcés el de Nájera en el año 1045 tras la conquista del territorio a los musulmanes, consagrada a Santa María y a los Santos calagurritanos Emeterio y Celedonio, donde están los relicarios del siglo XVI de sus cabezas


ORIGEN DEL CULTO 

En su libro "Las reliquias de los santo Emeterio y Celedonio" Jesús Gonzalez Celada (2009) nos resume la historia de estos santos católicos: 

"A finales del s. III, hacia el 299, dos soldados de las legiones romanas Emeterio y Celedonio (quizás hermanos) dieron testimonio de la fe cristiana en Calahorra. Por su valor en los y combates habían sido condecorados con el "torques" de oro (un collar romano de adorno)". 


Sigue Jesús Gonzalez Celada: "El Emperador Diocleciano y Maximiano César de Occidente ordenaron una depuración del ejército y Emeterio y Celedonio fueron sometidos a juicio, encarcelados y condenados a muerte. 

El día 3 de marzo fueron llevados hasta la orilla del río Cidacos (afluente del Ebro), donde antes de ser degollados lanzaron hacia al cielo su anillo y pañuelo para señalar el camino por donde irían a ser glorificados por Cristo a quien confesaron con su vida y con su muerte".


Capilla del siglo XVIII de los Santos mártires Emeterio y Celedonio en la Catedral de Calahorra

Las reliquias de San Emeterio y San Celedonio se veneran en Calahorra, donde se construyó un templete o un baptisterio en el siglo IV en el lugar donde fueron martirizados a las afueras de la ciudad, según dejó relatado un siglo después el poeta calagurritano Prudencio en su laudatorio.

Prudencio describe también los milagros llevados a cabo por los santos, como liberaciones de endemoniados o curaciones de enfermos, lo que atrajo una gran peregrinación incluso desde lugares lejanos del Imperio Romano:

"Nostra gestibit Calagurris ambos 
quos ueneramur"


AURELIO PRUDENCIO DE CALAHORRA


Conquistada la plaza y nombrada por primera vez durante el proconsulado de L. Manlio Acidino Belarra, emitía monedas en su ceca con el nombre de Kalakorikos en el año 171 a.C. 

La ciudadanía y el rango municipal que recibieron los calagurritanos a la altura del 31 o 30 a.C., era un efectivo privilegio otorgado por entonces de modo muy selectivo. 

Entre las monedas acuñadas durante la conquista romana para pagar a los legionarios, tenemos la ceca de Kalakorikos, que es una de las ciudades mejor documentadas de la provincia Tarraconense https://numisarchives.blogspot.com/2014/11/imagenes-de-la-charla-taller-sobre-las.html
 Las ciudades vasconas citadas por Ptolomeo que emitieron moneda fueron:  Alaun (Alagón en Zaragoza); Sekia (Ejea de los Caballeros, Zaragoza);  Iaka (Jaca en Huesca; Kalakorikos (Calahorra en la Rioja) y Kaiskata (Cascante, Alta Nabarra)

Sabemos que Calahorra fue el municipio donde se aplicó de forma más temprana el derecho romano en el interior de la Península y que César Augusto ejerció un efectivo patronazgo sobre él; éste emperador romano incluso tuvo escoltas baskones procedentes probablemente de esta población, muy valorados por su fiereza y fidelidad. 

Jean-Louis Davant en su libro "Baskoniako notiziak Iparretik ikusiak" recoge cómo el director de Euskaltzaindia Manuel Lekuona (Oiartzun 1894-1987) demostró que al menos hasta el siglo XI en Calahorra se hablaba euskera.
El nombre Kalakorikos-Calahorra vendría de “cala” roca (interpretación posible) y “gorri-kori” roja o pelada (más fundamentada).


Kalakorikos o Calahorra en la actual Rioja Baja, estaba habitada por el pueblo de los baskones y fue el lugar de nacimiento del gobernador de la provincia romana de la Tarraconense y primer poeta cristiano Aurelio Prudencio (Calahorra 348-410 d.C.), siendo el primero que nos trasmitió la historia de los santos cristianos Emeterio y Celedonio 100 años después de su decapitación. 


Prudencio dejó escrito que las tierras de los baskones se extendían por ambos lados del Ebro y Pirineos, al río Ebro le llama "el río baskón": “nos vasco hiberus dividit” y alude a la Vasconum gentilitas o paganismo de otro tiempo, siendo para entonces una región totalmente cristianizada: 

“¿Crees todavía en esa gentilidad vascona, en otro tiempo tan grosera, cuya cruel falta hizo verter sangre sagrada?” 

Joseba Ariznabarreta Garabieta


Prudencio en Peristephanon o Libro de las Coronas dedica 100 años después a la memoria de sus paisanos dos himnos: el I y el VIII, aunque, en el mismo poemario laudatorio lamenta la falta de datos sobre los mártires (poema 73-8) y tampoco deja de tener una parte espiritual como la subida al cielo del pañuelo y del anillo de los decapitados. Prudencio nos dijo también en el verso 52 que ambos mártires eran hermanos, pero tampoco se puede saber a ciencia cierta si fue así. 

San Celedonio en la Catedral de Santo Domingo de la Calzada

Por la descripción de Prudencio, ambos santos fueron buenos legionarios que destacaron en sus funciones militares, por lo que recibieron el torque de oro (una tradición romana copiada de los galos), y eran además "vexillarii", es decir, tenían el honor de portar el vexilo o estandarte de su legión que era un dragón (Andrés de Mañaricua "Del himno de Peristephanon del poeta Prudencio"). 

Parece que, tras hacerse cristianos, ambos abandonaron la legión por considerarla "vil y cruel" e incompatible con su nueva fe según Prudencio, por lo que fueron ejecutados, quizás durante la persecución cristiana de Galerio, aunque sentencias de muerte similares por deserción se registran en las legiones romanas desde al menos el siglo II.


En el siglo VIII se atribuyó el origen de los dos santos a la ciudad de León como hijos de San Marcelo, pero sin prueba alguna, lo que parece más la búsqueda de un pasado cristiano para ellos, confundiendo quizás su servicio como legionarios con su procedencia leonesa (en ambos casos del latín "legio"). 

Es más, desde tiempos del emperador Adriano a principios del s. II, los legionarios se reclutaban en la región donde iban a servir, por lo que toda da a entender de que eran baskones de Calahorra o cercanos a esta gran ciudad romana.

San Emeterio en la Catedral de Santo Domingo de la Calzada



CÓMO LLEGARON LOS RESTOS DE LOS SANTOS EMETERIO Y CELEDONIO A LEIRE

En el año 711 tras la muerte del rey godo Witiza, estaba alzado en armas por la península ibérica el reyezuelo visigodo o godo del Este “don Rodrigo”, en realidad su nombre se parecía más a Rodil o Roderich en su lengua germánica. 


Intentaba Rodil ser aceptado como soberano por los suyos frente al otro pretendiente, Akhila II, por lo que se encontraba demostrando su fuerza guerrera contra sus ancestrales enemigos los baskones, intentando tomar Pamplona-Iruñea donde ya habían fracasado anteriores reyes godos. 

Estaba la ciudad fuertemente amurallada y defendida por las tropas de Eudón el Grande, “príncipe de Baskonia”, por lo que su intento estaba siendo frustrado. Es la penetración más al norte documentada de un ejército godo en tierras baskonas (https://lehoinabarra.blogspot.com/2016/04/los-baskones-dominamos-los-godos-una-y.html).


En ese panorama bélico es cuando entró por el sur de la península ibérica un importante contingente de soldados musulmanes mandado por el califa de Damasco a Europa. Un poderoso ejército irrumpió con fuerza con la intención de conquistar todo el continente y de convertir a la mayoría de su población a la nueva religión “del Libro”. 

Tarif o Tarik llegó al frente del mismo desde el norte de África al mando de 7.000 musulmanes conversos de etnia berebere (“imazigen” en su lengua), a los que se les unieron otros 5.000 venidos de Tánger, su objetivo final era la mismísima Roma.

Mapa árabe año 921 donde aparecen los baskones o baskunis

Para evitar el saqueo de los musulmanes de la comarca del Ebro, sus cuerpos se trasladaron al monasterio de San Salvador de Leire en los siglos VIII-XI, al ser las tierras entre Pamplona-Iruñea hasta Erriberri-Olite disputadas y fronterizas entre cristianos y musulmanes.


Según la tradición, el segundo rey nabarro Eneko Garcés o Gartzea (810-882), hijo de Eneko Aritza, es el que habría trasladado las reliquias de los Santos calagurritanos al Monasterio de Taranco en el valle de Mena primero, y desde allí fueron llevados a San Salvador de Leire después, debido a la acometidas de las huestes musulmanas a la comarca hoy burgalesa y entonces dentro del reino nabarro.

Taranco de Mena.
«Ego Vitulus abba, et frater meus Erbigius, in loco qui dicitur Taranco, in territorio Mene, et Sancti Martini, quem sub dicionem manibus nostris fundavimus ipsam baselicam in civitate de Area Patriniani, in territorio Castelle» Se creía que ésta era la primera mención romance a "Castilla" y estaba en un documento de San Millán de La Cogolla en relación a esta ermita sobre el año 800, primera mención tras las árabes de Alaba y los Castillos (Al Qila), documento el cual se ha demostrado que es falso o al menos interpolado

Las reliquias de los santos fueron supuestamente devueltas a Calahorra en el año 1045, cuando el rey nabarro Sancho Garcés el de Nájera, hijo de Sancho III el Mayor, recuperó a los sarracenos el territorio, pero, esta devolución no está documentada, es más, en Leire sigue habiendo una arca con las reliquias de los dos santos.

Sí es cierto que, con las desamortizaciones contra la Iglesia Católica, las reliquias de los mártires pasaron de San Salvador de Leire a Santiago de Sangüesa en el año 1822 (cuatro tibias), las cuales fueron devueltas después en todo o en parte al iniciar de nuevo la vida monacal en Leire.

La Pila de los Santos está dentro de la catedral de Santa María de Calahorra en el mismo lugar donde recibieron el martirio

Sin embargo, parece más bien que los cuerpos no salieron nunca de Calahorra o al menos no todos sus huesos, por lo que serían todas ellas falsas reliquias o como mucho tan solo una parte de las mismas.

De hecho, las primeras crónicas que sitúan sus restos en Leire son muy tardías, del siglo XVI, pero incluso en la catedral de Calahorra existe un lienzo de la devolución de las reliquias desde Leire del siglo XVIII del pintor riojano José Bejés siguiendo la tradición.



Andrés de Mañaricúa en el citado trabajo señala que: "Los santos cuerpos no abandonan Calahorra. En el año 961, el obispo de Elbira Rabi ben Zaid (Recemundo) escribió un calendario que dedicó al califa de Córdoba Alhaquem II y nos atestigua que las reliquias continuaban en Calahorra y los cristianos celebraban su fiesta: "In ipso (3 de marzo) es la fiesta cristiana de Emeterio y Celedonio. Y sus tumbas están en la ciudad de Calagurri".

Y en Calahorra las encuentra el rey de Navarra García Sánchez, en 1045, al liberarla del yugo musulmán. A ellos y a la iglesia de Santa María hace su donación en unión de la reina Estefanía su esposa: "... de la Iglesia de la Santísima y Gloriosa Madre de María y del Señor Mártires Emeterio y Celedonio que padecieron en un mismo lugar por Cristo...”.

"Un siglo después, el obispo (nabarro) Don Sancho de Funes restaura el templo. El nuevo altar de los mártires es consagrado solemnemente con asistencia del arzobispo de Auch y del obispo de Osma. Corría el año 1132 cuando a él se trasladaron las reliquias según lo atestigua el obituario calagurritano.

Cien años más tarde y según el mismo obituario tiene lugar una misma traslación. Ambas son conmemoradas por el antiguo Misal de la diócesis de Calahorra". 

Éste último traslado tuvo lugar en el año 1249 mediante unas urnas preparadas para la ocasión, por lo que serían los primeros relicarios de los santos documentados.

"Manuel Zubiri fue un Monje cisterciense de la congregación de la Corona de Aragón y Navarra, natural de Peña. Profesó en el monasterio de Leire el 23 de julio de 1786. Sufrió la expulsión como consecuencia de la invasión napoleónica en 1809, acabada aquélla y vueltos los monjes, fue elegido abad el 24 de agosto de 1819. Apenas llevaba un año de abadiato, tuvo lugar la segunda exclaustración del 25 de octubre de 1820. Terminado su mandato oficial, continuó hasta 1836. En las distintas reposiciones de los regulares cuidó de reconstruir el tesoro de su monasterio, en especial las reliquias de las santas Nunilo y Alodia, del abad San Virila y la de los santos mártires calahorranos Emeterio y Celedonio. Sus restos fueron inhumados en su pueblo natal".


SAN EMETERIO Y SAN CELEDONIO EN NABARRA 

Existen al menos 35 lugares entre la Nabarra Occidental y Alta Nabarra donde se practica o practicaba el culto a San Emeterio y San Celedonio según el trabajo de Salvador Velilla Córdoba (-Nuevas Localizaciones del culto a los Santos Emeterio y Celedonio en el País Vasco y Navarra” -2007-): 11 de ellas en Alaba, 7 en Bizkaia (una más de que dice Velilla), 4 en Gipuzkoa y 13 en Alta Nabarra.

Mapa de Eneko Del Castillo donde se ve el territorio que abarcaba la diócesis de Calahorra-La Calzada



Sin embargo, su culto en La Rioja fuera de Calahorra es residual, lo tenemos en Leza del río Leza en el siglo XI, así como en el monasterio de San Millán de la Cogolla en La Rioja donde están documentadas las supuestas reliquias desde el siglo XIII, también hay un altar en Santa María de la Redonda en Logroño desde al menos el siglo XV. Otros municipios donde se veneran a estos dos santos en La Rioja son Alberite, Cervera, Torrecilla, Aldeanueva y sus estatuas están en la catedral de Santo Domingo de la Calzada.


Altar a los santos baskones en Lodosa


En Alta Nabarra, el culto se concentra en Tierra Estella en Bargota (desaparecida), Lizarra-Estella (desaparecida), Arbeiza, Aras, Dicastillo, la Lapoblación, Zizur Menor, Lakuntza, Muruazabal de Andion, Orbaitz, Biana, Lodosa y Tajonar.


Iglesia de San Emeterio y San Celedonio de Dicastillo 

EN BIZKAIA

La iglesia de Goikolexea estaba en la antigua Ruta Xacobea o Camino de Santiago de la Costa y era uno de los lugares donde el Señor de Bizkaia hacía su juramento, esta iglesia está dedicada a los santos San Emeterio y San Celedonio.

Foto propia.
El edificio fue totalmente remodelado sobre al anterior románico del siglo XI-XII del que quedan algunos pocos materiales reutilizados, construido la nueva fábrica en estilo gótico tardío en los siglos XV-XVI.
Toda la Ruta Juradera la explicamos en:

Era en Goikolexea donde el sacerdote tomaba la hostia consagrada según marcaba el Fuero Nuevo (1526): "San Miter e Celedon es yglesia e allí a de fazer juramento sobre el cuerpo de Dios sagrado e teniéndolo el clérigo en las manos".

Entonces, el señor de Bizkaia se arrodillaba ante él y se comprometía a: “guardar a los Vizcaynos, y de las Encartaciones y Durangueses, Caballeros Escuderos, Hijosdalgo, todas las franquezas y libertades, Fueros, y usos, y costumbres que ellos han y ovieron en los tiempos pasados hasta aquí”.


Esculturas de los santos romanos San Celedonio y San Emeterio en el interior de la iglesia de Goikolejea de Larrabetzu (Bizkaia)

Según el historiador bilbaíno José Ángel García de Cortázar, la advocación a estos dos santos calagurritanos en Goikolexea, se debería a la influencia del importante cenobio de San Millán de la Cogolla del reino de Nabarra en los siglos VIII-IX (aunque que creo que habría que retrasar la fecha a los siglos X-XI),  pero, el historiador no da prueba alguna de este extremo. 

A San Millán el culto y las supuestas reliquias habrían llegado a su vez desde Leire, cuna espiritual y lugar de enterramiento de los primeros reyes nabarros.


San Millán de la Cogolla de Suso o "de arriba", fue edificado por el rey nabarro Sancho I Garçés (905-925), cuando la comarca era todavía euskaldun. Se consagró el templo en el año 954 por Garçés Sánchez I, primer monarca nabarro instalado en Nájera e hijo de Sancho I Garçés. Llegó incluso San Emiliano de Berceo a ser patrono de Nabarra.

Sobre el origen de La Rioja se puede leer: https://lehoinabarra.blogspot.com/2019/12/origen-de-la-rioja.html

Después, se reconstruyó el actual monasterio de Suso por orden de Sancho III “el Mayor" de Nabarra, tras la destrucción del anterior por Almanzor en el año 1002, donde están enterradas tres reinas nabarras y un infante de Lara.

Lápida de Sancho III el Mayor en San Isidro de León

El monasterio de San Millán de Yuso o "de abajo", fue mandado construir por el mencionado rey de Nabarra Sancho Garçea III “el de Nájera” en 1053, hijo de Sancho III, tras fundar Santa María La Real de Nájera un año antes y tras haber liberado la ciudad baskona de Calahorra a los musulmanes en el año 1045, alejando con ello a la huestes de la media luna de La Rioja. 

 Tumba del rey Sancho Garçés "el de Nájera" (1012-1054) y de su esposa Estefanía de Foix (1014-66), en la entrada a la cueva que hay en el monasterio de Santa María la Real. 

En Orduña, en la que fuera anteiglesia de Belandia de Larruazabal o Ruzabal, tenemos otro templo dedicado a estos dos santos baskones:

"En el barrio Medio se ubicaban la de Santa María Magdalena y la de San Vicente, así como la de Santa Marina, esta última un poco más alejada del centro de la aldea. En San Julián debió existir la ermita que llevaba este nombre; se documentan además, desde el siglo XVI, la de San Miguel y la de los santos Emeterio y Celedonio" ("Orduña" Ana María Canales Cano, Monografías de Bizkaia de la Diputación Foral de Bizkaia).

Restos de la ermita de San Celedonio y Emeterio en Orduña en Belandia https://www.ezagutuurduna.net/ermita-de-san-emeterio-y-san-celedonio/


Su culto se extendió por Bizkaia en Arratzu-Kortezubi en Barrutia, en el barrio Arta en Ziortza-Bolibar en la ermita de Pertokiz, Gandorta en Lezama (también en la Ruta Juradera, ya desaparecida) y Mañaria. También está documentada en 1452 en Gernika (San Emeteri).

Ermita de San Emeterio y Celedonio de Pertokiz

Por tanto, el culto de San Emeterio y San Celedonio pudo llegar a Goikolexea y a Bizkaia desde el monasterio de Leire o desde el de San Millán bajo el rey nabarro Sancho Garçea el de Nájera, al que probablemente haya que atribuir este culto en Bizkaia.

San Emeterio y San Celedonio de Andra Mari de Aldagoina de Mañaria, Bizkaia finales del s. XV o principios del XVI ("Castillos medievales de Vasconia" Arkeologi Museoa")

EN GIPUZKOA

En Gipuzkoa tenemos este culto concentrado en los municipios muy cercanos pertenecientes al arciprestazgo de Leniz de Bergara (Osintxu-Oxirantzu y Martirieta), Soraluze, Elgeta (Ubera) y el cercano de Azkoitia (San Medel de Zendoia, s. XV).

Osintxu en Bergara y su iglesia de San Emeterio y San Celedonio (cuya festividad se celebra aquí el 26 de agosto), donde se reunía la Hermandad o Cofradía de la Caridad. La iglesia fue reformada a finales del siglo XIX tras una riada, pero que se remonta al menos a 1594 cuando el cura de la parroquia de Santa Marina a la que pertenecía celebró en ella una unión matrimonial (Santa Gallega relacionada con la Ruta Xacobea)

"Todas estas ermitas parece ser que se encuentran sobre una de las rutas de peregrinación jacobea: la que pasaría por Azpeitia, alto de Keixeta, Elosua, Osintxu, Basalgo, Libera y Elgeta" (José Ignacio Homobono Kobie 3 año 1988). 

Por tanto, parece que, al menos en el caso bizkaíno y gipuzkoano, las advocaciones de estos dos santos marcan antiguas Rutas Xacobeas.

Ermita de los Santos Emeterio y Celedonio (también San Marcial) en Soraluze-Placencia de las Armas a 2 km del centro.
"(...) en 1556, el licenciado Martín Gil la citaba como ermita de San Medel cuando por aquellas fechas la villa de Placencia se componía de unas 150 familias. Lope Martínez de Isasti la cita como existente en 1625 si bien Ramiro Larrañaga apunta “la veneración a estos santos data de los primeros tiempos de la conversión del cristianismo ya que en Hernizqueta se les erigió una ermita que aún subsiste. Hay indicios de que tanto ésta, como el santuario de Nta Sra de Ezozia, datan del siglo XI, época en que los soraluzetarras pasan a pertenecer a la Diócesis calagurritana (dentro del reino de Nabarra)”.
“Se trata nada menos que de un retablo plateresco, de la primera mitad del siglo XVI, muy digno de ser incorporado al catálogo guipuzcoano de Arte del Renacimiento. He aquí su traza: de un solo cuerpo, con dos calles, tallado y policromado (como queda dicho, recientemente repintado). En sus hornacinas rectangulares San Emeterio y San Celedonio. Una jamba decorada en el centro separa los dos nichos de los mártires decapitados, esculturas de pie, casi de tamaño natural, sosteniendo las cabezas en sus manos. Columnas jónicas a ambos extremos del retablo, con fustes estriados y con el tercio inferior decorado".
Diócesis y Arciprestazgos de Bizkaia en el siglo XII, F. García Cortázar (2018) 


Estas tierras gipuzkoanas pertenecían desde el siglo XII al obispado de Calahorra y La Calzada, mientras que Gipuzkoa nuclear estaba en el de Pamplona-Iruñea y Oarso aldea hasta Hondarribia estaba en el de Baiona, lo que coincide con las 3 tenencias nabarras que había en la actual Gipuzkoa.

Esta ermita de San Emeterio o Medel y Celedonio, se halla en el barrio de Los Mártires de Azkoitia ("Martirieta o Martitte") .
Aunque se cita por primera ven en el año 1496, en una excavación aparecieron monedas castellanas de finales de siglo XIII

EN ALABA

En el año 871 se donaron varias iglesias, posesiones y términos al monasterio de San Vicente de Ocoizta (Akozta), en el actual valle alabés de Zigoitia, entre aquéllas se encuentra una de San Emeterio y San Celedonio, hoy desaparecida. 

En Alaba hay o ha habido ermitas dedicadas a estos santos en Otaza, Arriola, Korres (desaparecida), Gurendes, Osma (escrito Hosma antiguamente), Ormijana (desaparecida), Subijana de Morillas (Murillas antiguamente, desaparecida), Leza (desaparecida) y hay dos imágenes de los santos en San Vicente de Arana. Además, tenemos su culto en San Juan Bautista de Uda-Trebiño.

Iglesia de Emeterio y San Celedonio de Otaza en Alaba años 40
Foto López de Guereñu

En Lagran, pueblo de la montaña alabesa situado en la falda norte de la Sonsierra de Nabarra (actualmente se le ha eliminado la segunda parte de su nombre e incluso cambiado por Toloño), el día 3 de marzo, se cantaba la siguiente aurora:

Calahorra ha sido dichosa y santificada en su Catedral de Emeterio y San Celedonio
guarda sus reliquias de inmortalidad
dichoso arenal
que en la orilla del río Cidacos
encierra tesoros de gloria inmortal

Los vecinos y vecinas del mismo pueblo entonaban la siguiente estrofa el día 31 de Agosto, mientras iban rezando el rosario por las calles del pueblo:

A San Emeterio y San Celedonio,
mártires ilustres por la religión,
hijos de otro mártir valeroso.
son los que en Calahorra celebran hoy
con gran devoción...

Iglesia de Lagran
Foto: López de Guereñu 1940-60


SAN EMETERIO Y SAN CELEDONIO EN OTRAS REGIONES DEL REINO DE NABARRA

Según el minucioso trabajo de Jesús Fernández Celada, fue sin duda el monasterio de Leire el lugar desde donde se extendió el culto por todo el reino de Nabarra en el siglo XI.

Ermita románica del siglo XII de San Emeterio y San Celedonio en Río Quintanilla de Aguas Cándidas en la Bureba, Burgos
Sobre la Castilla de Nabarra hablamos en:

Las comarcas de Castilla Vieja estuvieron dentro del reino de Nabarra hasta el regicidio de Sancho el de Peñalén (1076) y Aragón desde el siglo X hasta  el año 1131 de la muerte de Alfonso I el Batallador cuando ambos reinos se separaron.

Para más información sobre el origen de Aragón se puede leer:
https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/08/origenes-de-aragon-la-cruz-de-eneko.html




En Aragón tenemos el mejor ejemplo en el templo románico de Samier dedicado a estos dos santos, mandado construir por Sancho III el Mayor de Nabarra en el condado de Sorbarbe (actualmente Huesca), tras la conquista de la plaza  a los musulmanes entre 1011 y 1012, por lo que es evidente que con este rey se extendió el culto por el reino de Nabarra.


EL CULTO A LOS SANTOS BASKONES FUERA DEL REINO DE NABARRA

Desde Leire se extendió el culto de estos dos mártires cristianos al norte de la península ibérica por Cantabria, Asturias y Catalunya.


Se tiene constancia de supuestas reliquias sobre todo en Santander al menos desde el siglo XIV, donde son patronos de la ciudad desde el año 1791. 

En esta villa se dice que tras su decapitación en el siglo III llegaron por barco desde el Cidacos-Ebro las cabezas de los Santos, siendo fundada la abadía de Emeterio en el 791 por el rey astur de madre alabesa Alfonso II el Casto, proviniendo el nombre de Santander de San+Emeter.

Pero, esta etimología no parece muy consistente y parece más bien parte de la leyenda, otros autores derivan le nombre de Santander de San Andrés, tal y como aparece en los mapas del desde el siglo XIII y más claramente "Sant Ander" en las crónicas del Alfonso X en el año 1255. 


Según el conocido antropólogo y sociólogo José Ignacio Homobono Martínez: "En esta ciudad existió una abadía de Sancti Emeterii ya en el siglo X. En 1310 las constituciones de su abad hablan de la fiesta "de los cuerpos santos", nombre con el que habitualmente se conocerán a partir de entonces las cabezas. Estos cráneos fueron hallados en la cripta de la catedral de Santander en el siglo XVI, a finales del cual ya se habían guarnecido en sendas cabezas de plata y colocadas en el altar mayor.

La actual catedral de Santander (del siglo XII) tiene su origen en el monasterio medieval de San Emeterio y San Celedonio lugar donde se veneraban las reliquias de estos santos, concretamente sus cabezas".

Un par de siglos después, el rey de León Alfonso VI (1065-1109) benefició al monasterio con ciertos privilegios y en 1187 el rey de Castilla Alfonso VIII le concedió el fuero de villa a Santander, lo que contribuyó en el desarrollo de la población alrededor del monasterio. 



Desde Santander se extendió el culto por la región, siendo venerados los santos en Noja, Gibaja, Quijas, Cabezón de Liébana, Rioseco, Villapaderne, San Pedro de Romeral en el valle del Pas e incluso en la catedral de Oviedo o en Arborio en Asturias.

"Atlas Histórico de Navarra" (2016) Eneko del Castillo

Lo curioso es que Santander estuvo dentro del reino de Pamplona-Nabarra desde al menos el siglo X hasta el año 1054 de la muerte en la Batalla de Atapuerca del rey nabarro Sancho Garcés el de Nájera a manos de su hermano Fernando I el Grande, rey de León y conde de Castilla, tal y como explicamos en  https://lehoinabarra.blogspot.com/2023/09/castillos-de-nabarra-en-la-cantabria.html


https://www.artmedieval.net/castella/Lleida/Sant%20Celdoni%20i%20Sant%20Ermenter%20de%20Cellers.htm

Siguiendo en el norte peninsular, al Este de Leire se veneran las reliquias de estos dos santos en Cellers (Lleida, Torá de La Segarra) iglesia de Sant Celedoni documentada en el año 1071, trasladadas las mismas a Cardona en el año 1399 (Barcelona), donde se dice, otra vez, que llegaron al menos una parte de los cuerpos tras la invasión sarracena.